Entre los titulares que ha generado la reina Letizia este año, destacan los que tienen que ver con sus apariciones en besamanos y actos similares sentada en un taburete o una silla, o cuando se ha ausentado antes de hora en algunos eventos públicos por no ser capaz de tolerar un dolor que la atormenta desde años.
La causa de su dolor es el neuroma de Morton, una condición que afecta a los nervios en la planta del pie. Se produce cuando uno de los nervios que dan sensibilidad a los dedos se inflama o engrosa, lo que genera un dolor intenso y molestias constantes. Esta afección es particularmente común en mujeres de más de 40 años con pies estrechos. En el caso de Letizia, el uso excesivo de tacones altos a lo largo de los años ha sido un factor determinante en el desarrollo de este problema. Por un lado, Letizia siempre ha tenido complejos por su estatura (menos de 1,70 metros). Por otro, el protocolo de la realeza le exigía el uso de tacones, especialmente entre 5 y 7 centímetros de altura.
La reina Letizia no puede más con el neuroma de Morton
Sin embargo, la reina se ha visto obligada a reducir el uso de tacones por recomendación médica. El sobreuso de este tipo de calzado ha exacerbado su condición, lo que podría llevarla a una situación donde no haya solución, si no se toman medidas adecuadas. Además del neuroma de Morton, Letizia también ha sido diagnosticada con metatarsalgia crónica, una afección adicional que agrava aún más su dolor en el pie.
El neuroma de Morton se caracteriza por una sensación de tener un objeto extraño dentro del zapato o una arruga en el calcetín, lo que genera un dolor agudo y una sensación de picazón, junto con entumecimiento en los dedos del pie afectado. A pesar de estos síntomas intensos, la condición no presenta signos visibles desde el exterior, lo que hace aún más difícil de comprender el nivel de sufrimiento que experimenta la reina en su día a día.
La reina Letizia se operará en 2025
La reina Letizia, incapaz de soportar más el malestar, se ha visto obligada a dejar atrás el uso de tacones altos. En su lugar, ha seguido un tratamiento conservador que incluye descansar el pie lo máximo posible, mantenerlo elevado, y realizar sesiones de fisioterapia para aliviar los síntomas. También se le ha recomendado el uso de dispositivos ortopédicos y almohadillas protectoras para reducir la presión sobre la zona afectada.
A pesar de estos esfuerzos, la cirugía es una opción a la que la reina optará en el futuro cercano. Los planes pasan por que no se demore más allá de 2025. Aunque el neuroma de Morton no tiene cura quirúrgica definitiva, una operación es necesaria para controlar la progresión del problema. La cirugía requerirá un período de reposo de aproximadamente dos semanas, con lo que tendrá que cuadrarla en su agenda para no ausentarse de forma notable.