Este domingo 8 de septiembre ha sido el día elegido para celebrar el funeral de Juan Gómez-Acebo, hijo de la infanta Pilar y sobrino cercano del rey emérito Juan Carlos I. El fallecimiento de Juan Gómez-Acebo ocurrió el pasado 13 de agosto en Palma de Mallorca y el funeral estaba inicialmente programado para el 15 de agosto. No obstante, fue pospuesto para que los miembros de la familia y allegados, que se encontraban de vacaciones, pudieran asistir.

La ceremonia ha tenido lugar en la Catedral Castrense de Madrid, seguida del entierro en el cementerio de San Isidro. Un acto que ha tenido una fuerte representación de la casa real. El rey emérito Juan Carlos I, el rey Felipe VI, la emérita reina Sofía, la infanta Elena y la infanta Cristina. Cabe destacar que, de todos ellos, solo la reina emérita Sofía acudió al velatorio celebrado en agosto. 

Reina Sofía, funeral Fernando GómezAcebo / GTRES

La reina Letizia centra toda la atención por su ausencia en el funeral de Juan Gómez-Acebo

Volviendo al funeral de este domingo, a pesar de los presentes por parte de la familia real, es la reina Letizia quien está dando más de qué hablar. El motivo: su sonada ausencia. La consorte se ha borrado del funeral de Juan Gómez-Acebo. Que la reina no haya estado ha generado, está generando y generará fuertes polémicas. Incluso el apocalipsis.

La pataleta de Letizia viene de hace una semana. Concretamente, del pasado fin de semana, cuando Felipe se fotografió con sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, y su madre, la reina emérita Sofía, durante la boda de Victoria López-Quesada, ahijada del rey Felipe VI, y Enrique Moreno de la Cova Ybarra.

Boda Victoria Lopez Quesada y de Borbón Dos Sicilias

Porque mientras el rey se tomaba esta fotografía, que algunos ya han bautizado como el ‘pacto de Zarzuela’ y que venía a ser un mensaje de unidad entre los borbones, Letizia estaba representando a la corona española en los Juegos Paralímpicos de París. Y aunque la reina estaba encantada de escaquearse de la boda, no le gustó un pelo que, a sus espaldas, su marido, sus hermanas y su suegra dejaran clara su reconciliación públicamente y al margen de Letizia. La reina lo consideró una humillación, una bofetada a mano abierta de la corona. Y es que la foto deja claro que casa real está dejando a un lado a Letizia para demostrar que la monarquía puede ser muy fuerte sin ella.

La reina Letizia provoca un terremoto en Zarzuela

Obviamente, después de aquella foto, Letizia no quería coincidir con su suegra y sus cuñadas en ningún acto público. A ello se suma la animadversión que Letizia le tiene a Juan Carlos I, a quien tampoco quiere ver ni en pintura y con quien prefiere no compartir espacio si no le va la vida. Así las cosas, se ha negado a asistir y se ha ido de Zarzuela por su cuenta, evidenciando la tensión que se vive en la corona y generando una enorme tensión entre los altos cargos de Zarzuela, obligados a pedir disculpas a los Gómez-Acebo por su ausencia.

Este hecho no solo ha generado controversia con los miembros de protocolo. Como era de esperar, esta negativa de Letizia a asistir al funeral ha generado una hecatombe en Zarzuela. La postura de la reina ha molestado mucho a Felipe VI. Y es que la figura de la reina no debería haber faltado en un acto como el de este domingo.