La reina Letizia ha empezado la semana en Senegal, poniendo en marcha un viaje de cooperación en el que dará apoyo a varias organizaciones benéficas. Al llegar al aeropuerto fue recibida con todos los honores, dedicándose muchas muestras de cariño con la primera dama.

Las primeras horas en el país africano han sido de lo más intensas, de acto en acto. Ahora bien, Look ha publicado en exclusiva que sus noches son muy lujosas. Y es que la Reina estaría alojada en uno de los hoteles de cinco estrellas con más prestigio de Dakar.

El Radisson Blu se encuentra en pleno centro de la capital, un lujoso resort al lado de la playa y cerca de los monumentos más importantes. Habitaciones hay de cuatro tipos: las 'sencillas' de 28 m² y 180 € la noche, las business de 300 €, las suites que oscilan entre los 500 y 700 € la noche, y la joya de la corona, la suite real: 260 m², vistas al mar y 1.500 € la noche.

Radisson blu Dakar

Haya escogido el tipo de habitación que sea, parece evidente que una buena cantidad de dinero se ha dejado. Un gasto que habría intentado compensar llenando la maleta de vestidos antiguos. Si escogió el hipnótico vestido de Hugo Boss para su primer día en Senegal, ahora ha sido uno de los outfits estrella de su viaje a Japón el escogido.

Letizia ha repetido el vestido de seda verde de flores marrones estampadas y falda de tables de Carolina Herrera que lució en la recepción oficial a la colectividad española residente en el país nipón que organizó la Embajada de España.

Letícia acto tarde

J. N

EFE

La primera dama saca pecho ante Letizia

La monarca ha repetido conjunto, consciente de que se encuentra en un viaje de cooperación y no estaría muy bien visto que apareciera con unos vestidos nuevos y carísimos. Ahora bien, mientras tanto la primera dama senegalesa ha querido sacar pecho y vestir sus mejores conjuntos. En su primer día juntas, Marieme Faye llevó un bolso negro de Chanel valorado en 6.000 €, con joyas de oro y rubíes. Luciendo otro Chanel, además, al día siguiente.

EFE

Letizia acaba de poner en marcha un viaje de cooperación que la mantendrá ocupada. Unos días en los que está presumiendo de dominio del francés al ir a los actos en que se habla exclusivamente en este idioma sin utilizar la traducción simultánea, y aprovechando para hacerse selfies con todo aquel que se lo pide.