Letizia tiene, a estas horas, una sensación agridulce. Dulce porque ya ha empezado sus vacaciones. Después del último acto al lado de su marido, la reina ya está haciendo las maletas poniendo todo lo que necesitará hasta que vuelva a las actividades monárquicas. Tiene muchos días por anticipado, esperando como agua de mayo su habitual viaje privado y secreto con sus hijas y quién sabe si el rey Felipe. Y agrio porque si nada cambia, el primer destino donde irá la asturiana es una cita que le gustaría borrar del mapa. ¿Por qué? Porque el domingo la esperan en Palma, donde la recibirá su gran amiga, su suegra Sofía, con la cual se lleva tan bien. Las dos tienen unas ganas locas de reencontrarse. Y no solo eso, ya saben que la intención de la emérita es reunir a toda la familia, todos sus hijos y nietos, cosa que a Letizia le hierve la sangre. Y es que todavía no se sabe si finalmente Sofía conseguirá sus propósitos, teniendo en cuenta cómo se odian Letizia y sus cuñadas, las infantas Elena y Cristina, y las pocas ganas que tiene la reina de que sus hijas se relacionen con sus primos tarambanas, Froilán y Victoria Federica. Suerte, debe pensar, que su suegro no estará porque se encuentra en Sanxenxo.

Juan Carlos, en Sanxenxo / GTRES

Veremos si Letizia va el domingo y veremos si la acompañan Leonor y Sofía, y sobre todo, veremos si se produce la reunión familiar con la foto paripé que lo acredite. Antes, sin embargo, de que aterrice en Palma el domingo, Letizia está alargando la cosa tanto como puede y está aprovechando el tiempo para hacer sus compras de cara a las próximas semanas de vacaciones. Compras de última hora. ¿Dónde? En un supermercado de Mercadona, el que hay en la calle Peñalara, en Aravaca, Madrid. Una visita sorprendente, intentando pasar desapercibida, aunque no lo ha conseguido. ¿El outfit escogido por la reina?: sandalias planas, pantalones color beige, camiseta blanca de manga corta, pelo recogido con una pinza de color marrón y con unas gafas oscuras de sol que no se ha quitado en ningún momento. Sin su escolta, o sin que la presencia de su escolta fuera evidente, sin mirar su móvil en ningún momento, Letizia se ha puesto religiosamente en la cola, como cualquier cliente, solo faltaría, y ha pagado en efectivo, sin intercambiar ningún diálogo con la cajera que la ha atendido.

Letizia / EFE

La curiosidad que tiene todo el mundo es saber qué ha comprado, qué productos se ha llevado a Zarzuela la reina para ponerlos inmediatamente en su maleta. Y lo que se ha quedado ha sido, básicamente, un producto de belleza muy barato. Unos lápices de ojos negro, de la marca Deliplus, que había en la sección de perfumería del supermercado. Concretamente se ha llevado 3, que tienen un precio muy económico, 2,50 euros. Un delineador en formato lápiz, cremoso, de color negro y con una esponja incorporada para ayudar a difuminar los trazos. Uno de los productos de maquillaje más vendidos de Deliplus.

 

Letizia, pues, que ya lo tiene todo a punto para definir la mirada de sus ojos cuándo llegue a Palma y se encuentre cara a cara con sus cuñadas, sus sobrinos y su suegra. Una mirada que tendrá perfectamente perfilada gracias a su visita al Mercadona.