Letizia encontró su oportunidad de separarse de los Borbón con las polémicas de Juan Carlos en 2012, el día en que apareció una fotografía suya al lado de su amante, Corinna Larsen, cazando elefantes. Un par de años más tarde saltó por los aires el caso Nóos, que implicó a Iñaki Urdangarin, incluso la infanta Cristina tuvo que sentarse en el banquillo de los acusados, unas imágenes que nunca se borrarán. A Felipe VI no le quedó más remedio que obligar a su padre a abdicar a su favor. El actual monarca cogió las riendas en el peor momento de la corona, los ciudadanos habían perdido toda la confianza y la institución pendía de un hilo. Realmente, fue Letizia quien recondujo la situación.

Felipe y Letizia visitan Valencia

Aunque Felipe VI se mostraba muy reticente a separarse de su familia y romper con la imagen de Casa Real, Letizia le obligó a ello. Era la única oportunidad para tener un reinado duradero y que la hija de ambos, Leonor, pudiese continuar con su legado. La estrategia de la monarca, aunque drástica, ha surtido efecto. Casa Real se mantiene en pie y cada vez con una mejor imagen, además, respecto a Leonor, se ha desatado la ‘Leonormanía’. Es la única componente de la familia que aprueba con nota por parte de los ciudadanos. Están pidiendo a gritos este cambio generacional. Se acerca una nueva era, casi garantizada.

Felipe VI y Letizia discuten por la presencia de otro Borbón en las fechas señaladas 

Sin embargo, en los últimos meses, tal vez por las declaraciones de Jaime del Burgo, Letizia ha perdido mucho poder en la institución hasta el punto prácticamente de desaparecer. Felipe VI ha cogido las riendas de la institución, y por primera vez en una década de mandato, es él quien protagoniza los actos institucionales más importantes, el único representante.

Esta pérdida de poder se nota fundamentalmente en la presencia de los Borbón. Aunque Letizia pensaba que había ganado la guerra, solo fue una batalla. La familia de Juan Carlos ha vuelto con fuerza y lo ha hecho instalándose en Zarzuela, aunque por suerte para ella, solo temporalmente. En el último año ha tenido que soportar la presencia de los hijos de la infanta Cristina, principalmente Irene y Miguel Urdangarin, y las continúas visitas de Victoria Federica.

Y a partir de diciembre, con la marcha de todos ellos, le espera el peor inquilino para ella. La horma de su zapato. Froilán volverá a España en diciembre por las vacaciones de Navidad. Pasará tiempo con la familia y con sus amigos. El joven no tiene intenciones de quedarse permanentemente, o por lo menos no le dejan, pero pasará hasta un mes en Madrid, y en más de una ocasión se quedará a dormir en Zarzuela. Letizia ya ha avisado que no quiere líos.

Belen Perea i Froilan GTRES