Letizia guarda absoluto silencio ante las declaraciones de Jaime del Burgo. Zarzuela no ha querido ni confirmar ni desmentir esas palabras que tanto daño están haciendo a la imagen de los reyes. Están siendo semanas especialmente delicadas para ellos. Han revivido ese fatídico 2013 y se ha puesto de nuevo su relación en entredicho. La reina ha quedado como una infiel, mientras que el rey es ahora mismo el cornudo de España, una autoridad ridiculizada y humillada.
Según Jaime del Burgo, Letizia fue infiel a Felipe con él durante varios años. Se conocieron a principios de los 2.000, cuando ella empezaba a ser una cara visible de TVE. Entablaron una amistad y tardaron poco en empezar una relación. El abogado estaba muy enamorado y en 2003 le pidió matrimonio, pero ella estaba conociendo a Felipe y rompieron. Dejaron de hablarse durante un tiempo, pero recuperaron el contacto cuando ella estaba harta de la corona, vio que no pertenecía a ese mundo, todos los Borbón le hicieron el vacío.
Jaime y Letizia empezaron a verse en secreto. En un apartamento de Madrid, en Barcelona o incluso aprovechaban los viajes internacionales. La reina hacía todo lo posible para pasar completamente desapercibida. Se veían cuando Felipe no estaba en casa, o ella tenía que viajar sola. Se libraba de los escoltas. Además, el ex de Telma Ortiz no solo fue durante un tiempo su cuñado, también el abogado de la familia. Cualquier excusa servía para verse y no levantar sospechas.
Letizia aprovechaba los viajes internacionales para verse en secreto con Jaime del Burgo
"Estaba en Londres. “¿Qué haces este fin de semana?”. “Trabajar”. “¿Vienes a verme?” Me quedé a pasar el fin de semana en Zarzuela. Era julio de 2010. Tumbados en la misma hamaca, bajo el porche de la piscina, me dijo “te amo” y le respondí “te amo”. (La última vez que nos lo dijimos fue el 20 de mayo de 2004, en El Latigazo, un restaurante próximo a Zarzuela). Aquel instante, en la hamaca, fue uno de esos en que la vida da un vuelco. Esa misma noche continuó nuestra relación amorosa, interrumpida años antes, porque el amor siempre estuvo desde nuestro primer viaje a Venecia en 2002. Viajamos a Cabo Verde, a Grecia en crucero, a los Estados Unidos, a la campiña en Inglaterra, a la Provenza en Francia, hasta finales de 2014. Venía a Londres, yo a Madrid. Durante año y medio pensamos y dimos pasos adelante con el objetivo de ser libres, tratamos de la cuestión del divorcio, de las niñas, buscamos asesoramiento jurídico, miramos juntos una casa en la Florida que lindaba con Zarzuela donde vivir las etapas que estuviéramos en España, consideramos Nueva York como la mejor opción de residencia permanente, la idea de que tuviéramos un hijo nuestro por vientre subrogado en Los Angeles me la propuso estando en La Terre Blanch. Pusimos un nido en la calle Miguel Ángel. La discusión a la que se refiere Peñafiel en agosto de 2011 fue la única que hemos tenido. Estábamos en Marivent. Ella besó a Felipe en las regatas y salió en las portadas. “¿Qué es esto?”, le pregunté. “Lo he tenido que hacer para protegernos”. Y yo la creí”, reveló en uno de sus mensajes.
Tal y como se ha podido saber en los últimos días, Letizia no solo se camuflaba de arriba a abajo para pasar desapercibida. No dejaba ni rastro en los hoteles en los que se alojaba, como si fuese una de las protagonistas de la nueva serie de Netflix, Berlín. Utilizaba identidades falsas, aconsejada por Jaime del Burgo, quien se sabía todas las triquiñuelas.