La monarquía española se encuentra en entredicho desde hace años. Especialmente desde que Juan Carlos I se vio envuelto en múltiples polémicas, entre las que destaca la ocultación de  bienes al fisco español. Es cierto que su hijo y heredero, Felipe VI,  renunció públicamente a la herencia de su padre en un acto de transparencia que tenía como objetivo mejorar la imagen de la corona. Sin embargo, esta renuncia llegó un poco tarde. Miembros de la familia real ya se habían beneficiado de las tarjetas Black, incluida la reina Letizia.

Varias fuentes han hablado de cómo Juan Carlos I introducía dinero en España. Lo hacía con los billetes metidos en maletas que transportaba en sus viajes a lugares como Abu Dabi o regresando de eventos como los Grandes Premios de Fórmula 1, que metía en España a través de la base aérea de Torrejón de Ardoz . Un dinero del que se aprovecharon en su momento sus hijos y también los hijos de las infantas. Juan Carlos se dedicaba a pagar algunos caprichos a sus descendientes, especialmente a Froilán y Victoria Federica. Pero los Marichalar o los Urdangarin no eran los únicos que se beneficiaban de este dinero. La reina emérita Sofía y su nuera, la reina Letizia, también metían mano en este dinero ilícito.

Reina Sofía y Letizia

La reinas Sofía y Letizia usaban las tarjetas black para sus caprichos

En los buenos tiempos en los que ambas consortes mantenían buenas relaciones, ambas se iban de compras, tanto por Madrid como por Londres, donde quemaban estas tarjetas black. Sabían de dónde habían salido y también el origen del dinero que contenían. Pero no hacían preguntas. Esta revelación arroja luz sobre la compleja red de transacciones financieras dentro de la familia real, mostrando cómo Juan Carlos I utilizaba su posición y recursos para influir en la vida de sus descendientes.

Como decíamos, Felipe ha renunciado a su herencia, pero esta renuncia no deja de ser un paripé, puesto que la ley no permite renunciar a ninguna herencia en caso de que la persona que la deja todavía esté viva. Este escándalo cuestiona una vez más la integridad y transparencia de la familia real española, así como sobre la efectividad de las medidas tomadas por Felipe VI para restaurar la confianza en la institución monárquica o si su renuncia a la herencia no es más que una cortina de humo.

Mientras tanto, está por ver si Jaime del Burgo refleja alguno de esos episodios oscuros en el libro que está preparando contra la reina Letizia y contra la monarquía. En uno de sus últimos mensajes publicados en X ya calificó a la monarquía y a los borbones de "mierda", "usurpadores" e "indignos", entre otros calificativos, lo que da lugar a pensar que maneja información acerca del dinero que Juan Carlos I se metió en el bolsillo de forma ilícita. Estas revelaciones podrían sacudir aún más los cimientos de la monarquía española.