Hace tiempo que la vida de Felipe y Letizia ya no es la misma. Aquellos enamorados en 2003 que compartían todos los planes juntos y habían formado una familia, ya no existen. La complicidad de aquella época ha desaparecido por completo. Los reyes habrían roto su relación desde hace una década, y en dos semanas deberán aparentar quererse mucho para festejar sus dos décadas casados. Los padres de Leonor y Sofía no se han divorciado porque hubiese sido un escándalo, aunque ganas no les han faltado, así que optaron por el cese de la convivencia siguiendo el ejemplo de Juan Carlos y Sofía.

Letizia y Felipe siempre han sido de mundos opuestos. Nunca han compartido ni un solo plan juntos. Solo les unía la cultura, aunque a la reina siempre le ha gustado más el cine y la ópera que al rey.

Felipe y Letizia mirada

A lo largo de estos años, Felipe y Letizia han llevado vidas separadas. No comparten habitación ni siquiera residen en el mismo lugar. La reina ha optado por instalarse en el edificio contiguo al palacio de la Zarzuela debido a sus amplias salas, que sirven de escenario para la mayoría de las recepciones. Evitan cruzarse a toda costa. Desde que Leonor y Sofía se mudaron del palacio, la convivencia se ha vuelto insoportable.

Letizia se reúne con sus amigas, las únicas que saben la verdad de su historia con Felipe 

Los monarcas provienen de mundos radicalmente distintos, lo que lleva a algunas personas a preguntarse cómo se unieron en matrimonio. Letizia siempre ha sentido aversión por todo lo relacionado con el linaje Borbón. No comparte ni un solo interés con su esposo. Nunca se le ha visto participar en una regata o esquiando, y tampoco apoya al rey en la Copa de Vela en Mallorca ni lo acompaña con sus amigos a Baqueira.

LEtizia Sonsoles EFE

Otro problema en su relación es la falta de afinidad con los amigos del otro. Letizia ha tratado en la medida de lo posible de evitar a los amigos de Felipe, como Álvaro Fuster, y ha eliminado a muchos de su círculo personal. Además, al padre de Leonor y Sofía tampoco le agradan las amistades de ella, en particular la periodista y presentadora Sonsoles Ónega. El mundo del periodismo y la comunicación no se mezcla bien. Además, Felipe prefiere la tranquilidad y no es aficionado a bailar ni a salir de fiesta.

En estos momentos tan complicados, Letizia se ha arropado en sus mejores amigas, entre las que destaca Sonsoles Ónega o su estilista Eva Fernández y la peluquera Luz Valero. Todas ellas guardan los secretos de la relación de la reina con Felipe. Mínimo se reúnen una vez al mes para ponerse al día de todas ellas. Se ven en una casa a las afueras de Madrid, en urbanizaciones privadas. Cenan, y hablan hasta altas horas de la madrugada. Es un momento en que la reina se vuelve a sentir una persona totalmente anónima, el tiempo le pasa volando, son los escoltas los que le tienen que hacer ver la realidad, tiene que volver a Zarzuela.