Jaime Peñafiel se ha inspirado en el viaje oficial de los reyes a Argentina y la carta que el presidente mexicano envió al rey exigiéndole disculpas por la conquista de América. El decano de los cronistas reales ha recordado el año y medio que vivió Letizia en México. En su columna del digital República de las ideas avisa: "No estoy seguro si las vivencias de su estancia salvaje en la ciudad mexicana de Guadalajara, en 1995, después de terminar los estudios de periodismo en Madrid, le serán agradables de recordar". Letizia soltera, con 24 años y lejos de casa. El calificativo de "salvaje" insinúa cómo se fumó la vida.

Conocidas eras las fotografías de la reina cuando hacía de azafata de una tabacalera vendiendo cigarrillos por las calles de Guadalajara. Imaginen a Peñafiel explicándolo con su  inconfundible acento:"Trabajaba de azafata de una conocida marca de cigarrillos. Los vendía por las calles de la capital de Jalisco, vestida con los colores corporativos, camisa blanca en la que se podía leer, bordado en un lateral, sobre el corazón, “Boots” (marca del tabaco), pantalón vaquero de tiro alto, pañuelo rojo anudado al cuello, bolso igualmente rojo y botines marrones".

Letizia ha vivido muchas transformaciones: de chica guapa a señora operada, de agnóstica a católica conversa, de abortar un hijo a un discurso antiabortista ante las amistades de Felipe, y ahora Peñafiel hurga en otra: de ser imagen de una tabaquera a militante antitabaco:"Lo mas extraño y sorprendente es que Letizia ha sido, de un tiempo a esta parte, abanderada de una lucha anti tabaco. Lo considera una “enfermedad y una amenaza social y médica”. Nunca se le ha visito fumar y no tolera que se fume en su presencia".

Quien envió estas fotos de Letizia azafata de tabaco a Jaime Peñafiel fue la mujer de uno de los amantes mexicanos de Letizia. Parece que el tabaco no fue el único de los vicios mexicanos de Letizia.