Tras una semana de fiascos estilísticos, Letizia ha dado un puñetazo sobre la mesa y ha dejado a todo el mundo impactado en su última aparición pública. La reina ha estado en Valencia presidiendo el Día Mundial de la Cruz y la Media Luna Roja, y se ha asegurado no pasar desapercibida. De su armario ha escogido un modelo chillón en la forma, el color y los detalles. Un fucsia llamativo de una marca valenciana que ha eclipsado las miradas de los allí presentes, y que ha provocado un efecto similar en redes sociales y medios de comunicación, donde las instantáneas circulan a toda velocidad. No había ningún peligro de que ninguna otra invitada le robara el protagonismo. Imposible.
¿Recuerdan aquella película de 1958, 'Las chicas de la Cruz Roja', interpretada por Concha Velasco? Pues bien, mirando el outfit de la monarca, sólo diremos que ha llovido mucho desde aquella España hasta la de nuestros días. Ahora la embajadora es una reina de origen plebeyo que ha convertido su imagen exterior en una tarjeta de presentación. ¿Y qué dice en esta tarjeta? Pues que aquí mando yo, que hago lo que me sale del moño y que me visto de la misma manera. De las poquísimas cosas buenas que puede tener la monarquía: la reivindicación de la libertad. El resto...
Letizia se ha plantado en la capital del País Valencià con este diseño de precio asequible (64 euros) pero que no lo puede lucir todo el mundo, no. Tienes que estar en plena forma. Incluso demasiado en forma. Un vestido con unas aberturas laterales muy pronunciadas, dejando el abdomen a la vista del público y marcando silueta de forma extrema. Un push up de arriba abajo, vaya. Estábamos acostumbrados a ver la tonificación descomunal del cuerpo y las extremidades de la reina, pero ahora sabemos también que el six pack es de roca. Pilar Eyre, cronista real con mayúsculas y siempre atenta a las cuestiones relacionadas con la moda, lo explica de forma fantástica: "Estoy contenta porque gracias a este vestido de Letizia se va a hablar del acto de la @CruzRojaEsp en todo el mundo".
Y sí, Pilar tiene razón: se habla de Letizia, de su figura y su elección. Seguramente el traje se agote pronto, como el bicolor de Mango que repitió con una premiada en Badajoz, aquella pifia inesperada. Ahora bien, los comentarios quizás no gustan tanto a la reina, porque hay mucha gente que no la ve guapa, ni adecuada, ni nada. Para gustos, ya saben. Los colores. Desde el fucsia al verde, azul o amarillo piolín.
Éxito o fracaso, da igual: Letizia ha hecho diana, está en boca de todos. Los de su bando y los del otro.