La reina Letizia está recibiendo muchas críticas. Si bien es considerada como una de las monarcas mejor vestidas, últimamente le están acusando de poco protocolaria. Su viaje a México dejó a muchos titulares, pero fue el desinhibido baile que protagonizó lo que dejó a todo el mundo con la boca abierta. Ahora bien, aquello sólo fue el principio.

Sus brazos -demasiado- musculosos ocupan portadas incluso internacionales. Y algunas de sus últimas elecciones de vestuario no están gustando mucho. El vestido charlestón que lució en el premio de periodismo Francisco Cerecedo, por ejemplo. ¿Era adecuado optar por este atrevido outfit?

Lo fuera o no, esta semana ha empezado con más polémica. ¿Y por qué? Los reyes se han trasladado hasta Caravaca de la Cruz, un municipio de Murcia que han visitado coincidiendo con la celebración del Año Jubilar. El acto ha consistido en una peregrinación hasta la basílica, recibiendo las indulgencias y la clausurando una exposición.

Un acto oficial y religioso, pues, que requería un conjunto clásico. ¿Cómo ha vestido Letizia en esta ocasión? Con un look ciertamente sofisticado, compuesto por un dos piezas de Carolina Herrera que ya había lucido hace un tiempo. El vestido en gris perla de lana con un gran lazo en la cintura y el abrigo a juego tienen una tela morada que da un delicado toque a la combinación.

EFE

GTRES

Con respecto a los complementos, ha vuelto a escoger unos altos salones de serpiente en gris, y un clutch con el mismo estampado print. Unos pequeños pendientes de diamantes en forma de gota han completado su look. La reina, con todo, ha ido sobria, sí. Pero luciendo piernas. ¿Será criticada de nuevo?