Letizia a veces acierta. Esta semana solo l haan dejado salir dos días de su jaula dorada para aparecer en los medios: dos actos presididos por su todavía marido donde la reina hace de partenaire, casi de azafata que entrega galardones a los premiados: miércoles en el mundo de la Cultura y jueves en el mundo del Deporte. Zarzuela le ha dicho a la reina: calladita, sin discursos y de comparsa del rey. Ni un solo acto para ella, para lucirse, para hablar. Castigada todavía por el escándalo del Burgo y por la firme voluntad de arrinconar a la reina para hacer que vuele, destaque y triunfe Leonor. Pero Letizia se resiste a quedarse en la zona oscura que cómodamente habitan Sofía, Cristina y Elena. Letizia adora los focos y si hay que salir del protocolo para salir en las fotos, se sale. Miércoles abrazando a un comunista republicano, Víctor Manuel y jueves saludando con la mano o mostrándose especialmente cuidadosa con los premiados discapacitados. Letizia muy bien:
Letizia está recibiendo otro "consejo" de obligado cumplimiento: recatada al vestir, nada de bíceps, tríceps y cuádriceps a la vista, tapada como una novicia, con vestidos vaporosos. Los dos días ha ido colorida pero discreta. Tanto que incluso el traje rosa de Lady Pipa de 100 euros, que se ha agotado en su página web, era demasiado abierto por la espalda y Zarzuela ha obligado a las modistas de Palacio a coser la abertura que dejaba los omóplatos de Letizia al aire. Una reina esbelta, fuerte, y musculosa pero tapada. Punto final a aquella Letizia exuberante, desenvuelta y que enseña musculatura. El vestido rosa recosido por detrás. Aquí comprueban en exclusiva EN Blau cómo es el vestido original, muy abierto, y cómo lo cose y se tapa Letizia, como una beata:
El Lady Pîpa original va abierto del cuello al culo y Felipe ha dicho que eso de aparecer él de señor mayor y ella de jovencita instagramer, basta. Letizia tiene 51 años y la modelo de la web veinte y pocos. Así que a coser. La reina vive su etapa más gris dentro de la Casa. Ya no hay guerras internas, Camilo Villarino gobierna con mano de hierro la Corona, los Borbones van a bodas folclóricas como la del alcalde Almeida y Juan Carlos va y viene haciendo ver que no sabemos que robó a todos los españoles, pero el tronco esencial de la Corona queda protegido. Ya no son ni catorce (los eméritos, los hijos y los nietos), ni seis (fuera infantas y sus hijos), ni cinco (fuera Juan Carlos), ni cuatro (fuera Sofía). Los que cuentan son dos: Felipe y Leonor. El resto, comparsas, y que no destaquen. A Letizia le han cosido el vestido y la boca.