La relación entre Felipe VI y Letizia ha sido objeto de especulaciones desde hace años, con rumores persistentes sobre una supuesta crisis matrimonial que habría comenzado hace más de una década. A pesar de las apariencias públicas de normalidad, numerosos periodistas y cronistas de la realeza, como Jaime Peñafiel y Pilar Eyre, han señalado que el matrimonio podría estar roto desde hace tiempo. Incluso se ha llegado a decir que la relación ha sido una farsa desde sus inicios, con la pareja manteniendo una fachada por razones institucionales.

En los últimos meses, los rumores se han intensificado, especialmente después de una campaña de desprestigio dirigida hacia la reina Letizia. A medida que las princesas Leonor y Sofía pasan más tiempo fuera de Zarzuela debido a sus estudios y compromisos, los reyes han comenzado a llevar vidas cada vez más separadas. Aunque todavía aparecen juntos en actos oficiales, donde la falta de complicidad es evidente, en su vida privada, cada uno parece tomar su propio camino. De hecho, ahora incluso intentan organizarse para no acudir juntos a todos los compromisos públicos. Este distanciamiento ha sido particularmente notorio durante los fines de semana, cuando ambos suelen hacer planes separados, lejos de las miradas públicas.

Felipe Letizia GTRES

La reina Letizia desconecta en un chalet a las afueras de Madrid

Letizia, conocida por su carácter independiente y reservado, ha desarrollado una rutina que parece alejarla cada vez más de la vida en Zarzuela. Según fuentes cercanas, la reina ha establecido un círculo íntimo de amigas con las que se reúne con regularidad, especialmente los jueves por la tarde y noche. Estas reuniones, que se extienden hasta la madrugada, suelen tener lugar en el exclusivo chalet de una de sus amigas situado en una urbanización privada, lejos del bullicio del centro de Madrid. En estos encuentros, Letizia y sus amigas disfrutan de cenas tranquilas, a veces en casa y otras en restaurantes discretos, o incluso pidiendo comida a domicilio.

Se dice que la reina encuentra en estos encuentros una forma de desconectar de las presiones y obligaciones que conlleva su papel como reina consorte. Estas noches de fin de semana le permiten relajarse y disfrutar de una vida más informal, en contraste con la formalidad que la rodea en Zarzuela. El chalet donde suelen reunirse se ha convertido en un refugio para Letizia, un lugar donde puede ser simplemente una más entre sus amigas, lejos de los focos y las cámaras.

Felipe VI y Letizia, cada uno por su lado en su tiempo libre

Mientras tanto, Felipe VI también ha adoptado su propia rutina, escapando a menudo con sus amigos de la infancia, como los hermanos Fuster, a distintos puntos de España o simplemente a su casa en Pozuelo de Alarcón. Y también ha sido pillado cuando se ha ido en solitario en plan incógnito. Estos fines de semana separados han reforzado las especulaciones sobre la distancia emocional que podría existir entre los reyes.

Casa Real, por su parte, ha mantenido un silencio absoluto sobre los rumores de una posible infidelidad o de una crisis matrimonial. A pesar de las oportunidades para desmentir las especulaciones, la institución ha optado por no comentar al respecto, lo que no ha hecho sino alimentar aún más las habladurías. Aunque de vez en cuando se ven obligados a compartir algún plan en público, en un intento por acallar los rumores, la mayoría de los fines de semana los reyes prefieren disfrutar de su tiempo por separado.