Letizia este jueves en Barcelona para presidir un acto a la Fundación Dexeus Mujer en el Hospital Universitari Dexeus de Diagonal/Grande Vía Carlos III, tras las torres de La Caixa, ante El Corte Inglés de Diagonal, entre Sabino Arana y Mejía Lequerica. La reina aterriza en Catalunya a entregar un premio al profesor Arri Coomarasamy, Oficial de la Orden del Imperio Británico, por prevenir las pérdidas gestacionales y reducir la mortalidad materna durante el parto. El acto ha contado con la presencia de Jaume Collboni. Letizia ha bajado del coche oficial justo delante de aquellos edificios de oficinas sinuosas y brillantes tan característicos de la zona alta, los Edificios Trade, cuatro torres del arquitecto Coderch catalogados por su interés arquitectónico. Todo el mundo que los ha visto los recordará:
A Letizia se le pueden hacer, como mínimo, dos críticas cada vez que visita la capital de Catalunya. La primera es que no acostumbra a bajar de la Diagonal. Es un mal habitual de los Bobones. Su cuñada Cristina vive en la ciudad, su sobrino Pablo Urdangarin también, y toda la vida la hacen en el barrio de Pedralbes. No existe una sola imagen de Pablo en el parque de la Ciutadella, o de la infanta Cristina en la Barceloneta. Nada. Imposible. Ni de ocio ni de visita oficial. Letizia hace lo mismo: los actos de la princesa de Asturias y de Girona, Leonor, los planean todos en la zona alta de la Diagonal, en el Palacio de Congresos, e incluso la prensa extranjera publicaba que los encuentros secretos de Letizia con Jaime del Burgo los mantenía Letizia en el Hotel Juan Carlos, también en el Upper Diagonal.
La segunda crítica a Letizia es más sutil: su insistencia, parece obsesión, vestir de rojo a cada visita oficial a Catalunya. Es su color fetiche en un territorio hostil con la Corona porque implica españolidad, unidad, antiindependentismo y oposición al amarillo indepe. No es casual, ya hace demasiadas veces que insiste, es un patrón como tiene controlado EN Blau. Actos en Sant Boi, en Barcelona y en Girona siempre con un modelito rojo, sea verano o invierno, vaya escotada o tapada, con pantalones o con falda, siempre, siempre, siempre de rojo España.
Letizia catalana, la amiga íntima de los Tous, de los Puig, de las grandes familias burguesas, ha querido hablar como hace siempre ella: a través del vestuario. En la Catalunya medio indepe siempre va de rojo España, desafiando. Letizia entre batas blancas destacaba de rojo total look. Podía parecer inocente si no fuera por los millones de visitas desde que se inició el procés independentista donde la reina ha visitado Catalunya con el mismo color. Así desafía a los que no la quieren. Ellos se lo devuelven con su mejor arma, la indiferencia. Letizia hace tiempo que es irrelevante. La consorte, la reina madre, el jarrón más bonito y caro del Estado.