Letizia sufre el problema de no hablar. Como la reina consorte tiene un papel secundario en la Corona, fundamentalmente ser la madre de la futura reina, no le permiten mayor protagonismo que hacerse fotos. Así Letizia ha aprendido a hablar a través de su ropa. Desde que sus discursos eclipsan a los de Felipe, por su oratoria de presentadora de Telediario, Zarzuela los ha restringido. Ya no da tantos como antes. Entre el castigo por el caso Del Burgo y la envidia de Felipe que ve cómo su oratoria queda, en comparación con la de su mujer, más en entredicho. El caso es que Letizia habla con la ropa. Un día con una blusa ucraniana, otro con la misma blusa que el día de la humillación a la reina Sofía en la Catedral de Palma, para dar a entender que no se arrepentía... Ahora que ha aterrizado en Guatemala de viaje de cooperación ha escogido el uniforme de cooperante, el chaleco rojo que la hace parecer una funcionaria del Ministerio de Exteriores. No se lo saca ni para dormir. Todos los días a todas horas con el chaleco. Incluso cuando la recibe su homóloga, la primera Dama del país centroamericano, en una imagen que da mala impresión:
El contraste entre las dos autoridades es evidente: Letizia parece como si fuera a hacer donativos a un país pobre. Alguien le podría aconsejar que para la foto con la Primera Dama habría sido mejor vestirse de civil, de reina, normal. Hay un punto ofensivo para los anfitriones, que ven cómo Letizia no los visita de igual a igual sino con el carné de ayuda humanitaria, como quien da una limosna a un indigente. Si un mandatario extranjero visitara España disfrazado con un chaleco de cooperante se ofendería el país entero. Pero Letizia lo ve apropiado. Ella decidió cambiar de look en estos viajes en solitario, sin el rey Felipe, a países del Tercer Mundo, pobres o en vías de desarrollo. Los primeros años, vestía normal, con ropa que no fuera ofensivamente cara, una blusa blanca, por ejemplo en Senegal en el 2017:
Pilar Eyre no cuestiona a Letizia pero explica en su canal de Youtube de dónde le viene esta afición por ponerse un chaleco de cooperante cuándo visita países pobres:"Ha ido mal calzada, con bambas que parece descalza y un podólogo me ha dicho que le dolerán. Lo del chaleco merece explicar desde cuándo y por qué lo lleva. Ha hecho 9 viajes de cooperación desde que es reina. Al principio iba vestida con trajes normales, bonitos, con bordados de ese país, por ejemplo en Senegal o República Dominicana con un vestido de flores muy bonito. Se hablaba de su ropa y a ella no le gustaba porque hacía viajes muy serios con una agenda muy bien planificada y quería marcar distancias con la reina Sofía: nosotros vamos aquí a trabajar. El primer año que llevó el chaleco fue en Honduras en 2020. En Paraguay en 2022 pasó que una diputada protestó porque según ella Letizia iba mal vestida a ver a su país, era una falta de educación visitar ese país y no ponerse ropa bonita. Era como ir a dar caridad a los pobres, dijo la diputada. Pero Letizia es hábil y los chalecos los hacía una fábrica artesanal de cada país que visitaba por 19 euros, para ayudar a la economía".
Letizia acierta no luciendo moda de lujo, ni en países pobres ni en España, pero ponerse el chaleco de 19 euros es inadecuado. Ella no viaja como miembro del equipo de cooperantes del Ministerio. Viaja como reina. Y es probable que los países que visita quieran ver a una reina no disfrazada de cooperante sino disfrazada de reina.