Sofía ha vivido una de sus semanas más complicadas. Ha tenido que despedirse de una de las personas más importantes de su vida, su hermano Constantino de Grecia. Desde hace tiempo había sufrido complicaciones en su salud, sin embargo fue la semana pasada cuando ingresó de urgencia a causa de un derrame cerebral que acabó con su vida. La Reina se enteró del trágico desenlace en Roma, acudió al funeral de Benedicto XVI en representación de la Casa Real española. Se trasladó a Atenas y desde entonces no se ha separado de los suyos.
Por primera vez en muchos años, los españoles tuvieron la oportunidad de ver a la familia al completo. No obstante, Letizia y Felipe evitaron que se les fotografiase de forma oficial con ellos. Las únicas grandes ausencias fueron las de la princesa Leonor y la infanta Sofía. Todos han regresado ya a sus respectivas ciudades para continuar con sus compromisos profesionales. La única que continúa en Atenas es Sofía. Se encuentra al lado de su hermana Irene, su principal apoyo.
Sofía se apoya en sus familiares para superar la pérdida de Constantino
Rotas de dolor, con el semblante serio, las hermanas han sido fotografías a la salida de uno de los restaurantes más lujosos y prestigiosos de Atenas, el Athens Club, un club privado fundado en 1875 del que Constantino ha sido presidente honorario. Junto a ellas, se encontraban también la Reina Ana María y sus hijos Pablo de Grecia, junto a su esposa Marie-Chantal y su hija Olympia, así como Alexia, Philippos, Nicolás y Teodora.
Todos ellos se mostraban ante las cámaras con el rostro serio. Vestían de riguroso negro debido al luto. La viuda de Constantino está siendo arropada por toda la familia en estos momentos tan difíciles. Se la vio romperse ante las cámaras, aunque también esbozó una sonrisa mientras charlaba con Alexia de Grecia.
Para la Reina Sofía, Constantino era su apoyo más importante. En el funeral no pudo evitar emocionarse. Su hijo Felipe y Letizia le acompañaron en todo momento. Constantino siempre estuvo al lado de Sofía en sus momentos más duros, ahora deberá hacer frente a su notable ausencia. Por suerte, aún cuenta con Irene de Grecia.