Mucho hablamos de la familia de Carlos III, pero muy poco de la más íntima de Camilla Parker-Bowles. La reina consorte de Inglaterra también tiene sus cosas, sus trapos sucios y su familia a la que quiere mucho. Para ellos ha sido muy duro en algunos momentos llevar el apellido de la mujer de Carlos de Inglaterra, tal y como cuenta su sobrino, Luke Parker-Bowles. Conmueve.
Conmueve tanto que nos hacemos eco de ello. Él no es un royal como tal, pero lo que dice en sus últimas declaraciones impacta mucho. Nos deja boquiabiertos, ojipláticos, para ver hasta qué punto ser familiar de Camilla Parker-Bowles fue un peligro en la década de los 2000. A sus 44 años, Luke aún recuerda el infierno por el que pasó: "Cuando estaba en el internado, recuerdo que me acosaron e incluso amenazaron de muerte. La gente estaba convencida de que Diana había muerto por culpa de Camilla y que, por tanto, yo había matado a Diana por asociación". Tremendo este relato de Parker-Bowles, que prosigue, aún con más detalles y de mayor calado.
Residente a día de hoy en Nueva Jersey y productor de cine y televisión, Luke explica que los tiempos en los que murió Diana de Gales fueron "una época difícil". "No era buen momento para ser un Parker Bowles", recalca. En aquel entonces, Luke era muy jovencito, un niñito, pero no pudo hacer como si nada. La situación le afectaba y lo trastornaba, hasta el punto que sus padres no querían que él se viese envuelto en la maraña mediática de Camilla y Carlos III. “Aprendí a llevar a cabo obras benéficas a una edad temprana. Mis padres y abuelos me lo inculcaron precisamente porque no querían que me viese envuelto en el caos de los primeros momentos de la relación entre mi tía y el príncipe Carlos”, recuerda el sobrino de la reina consorte.
Embajador de Camilla en EEUU
Luke lo reconoce: para él es ahora un honor y un placer máximo ser el embajador de la marca Camilla Parker-Bowles en los Estados Unidos de América. "Me siento muy orgulloso de ser el Parker-Bowles de Nueva York", expresa haciendo referencia a la famosísima ciudad que se encuentra justo al lado de Nueva Jersey. Él ya tiene la vida encarrilada: tiene mujer, tiene calidad de vida y es un jefe en lo suyo. Es el director del Jardín del 11-S de Isabel II en NY y también es el fundador y director de CinemaLab, asociación con la cual ayuda a restaurar cines en pequeñas ciudades para darles una segunda oportunidad.
Incidente real
Lo contábamos el otro día, pero lo repescamos hoy por quien no se haya enterado. Carlos III estuvo al borde del infarto el otro día sufriendo por su queridísima mujer: sabiendo que no le hacen pizca de gracia los aviones, Camilla se montó en uno de ellos para volver de la India, en donde estaba realizando una terapia zen en un centro de homeopatía y yoga. De vuelta, la aeronave sufrió un tronado percance que puso la piel de gallina a la reina consorte y a sus mayordomos. Un pajarraco gigante, con muchas plumas, se la pegó contra el vehículo y causó impactantes turbulencias. Por suerte, quedó en un simple susto, aunque Carlos III, desde Clarence House, puso el grito en el cielo. "I shit on the host", seguro que gritó. Me cago en la h*****.