La belleza de la nadadora Charlene Wittstock cautivó al príncipe Alberto de Mónaco por allá en 2006, y cinco años más tarde celebraron una imponente boda en el patio central del Palacio Grimaldi, convirtiéndose así en princesa consorte del Principado de Mónaco. Ahora bien, tanto su pasión por los deportes acuáticos como su belleza física fueron una herencia de su madre, Lynette Humberstone Wittstock, quien a los 66 años sigue luciendo realmente deslumbrante. Lynette Alice Humberstone Wittsotck nació en Bulawayo, Rhodesia, en 1959. A los 19 años se casó con Michael Kenneth Wittstock y en 1978 dieron la bienvenida a su primera hija, Charlene. Posteriormente, Lynette y Michael tuvieron otros dos hijos: Gareth, quien nació en 1982 y se ha convertido en el principal apoyo de Charlene en Mónaco; y Sean, nacido en 1983.

La madre de la princesa Charlene siempre se ha caracterizado por su imponente belleza, su melena rubia, su tierna sonrisa, sus ojos expresivos y su atlética figura, producto de su entrenamiento como buceadora profesional e instructora de natación. Durante su juventud, la madre de Charlene de Mónaco intentó cumplir su sueño de representar a Zimbabwe en las olimpiadas en la disciplina de natación y saltos acrobáticos. No obstante, tras el nacimiento de sus tres hijos, Lynette tuvo que dejar atrás sus metas y aspiraciones para enfocarse en el cuidado de sus hijos. Pero cuando Charlene cumplió tres años, decidió que su hija sí se convertiría en una campeona olímpica de natación, así que destinó casi todo su tiempo y sus escasos ahorros a la formación deportiva de la que se convertiría en la princesa de Mónaco.

Lynette Humberstone Wittstock

En 1989, cuando Lynette tenía 30 años, se mudó con su esposo e hijos a Sudáfrica para huir de la guerra civil en Zimbabwe. La familia de Charlene, cuyos antepasados eran alemanes, se asentaron en Benoni, un enclave industrial situado a las afueras de Johannesburgo. Después de muchos años de entrenamientos y competiciones en Sudáfrica, Charlene pudo asistir a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Y aunque no se alzó con ninguna medalla, sí logró una excelente participación, llenando de orgullo a su madre. En 2002, Charlene de Mónaco ganó varias medallas en la Copa del Mundo de Natación y el oro en los Juegos de la Commonwealth.

La madre de Charlene de Mónaco sorprendió a todos con su gran belleza

El 2 de julio de 2011, Lynette Humberstone Wittstock dejó a todos con la boca abierta durante la boda religiosa de su hija con el príncipe Alberto de Mónaco, dado que deslumbró a todos con su apariencia en su primera aparición oficial. Ahora, tras haberse convertido en la madre de una princesa, Lynette suele destacar en todas las fotografías en las que aparece junto a su hija debido al gran parecido que hay entre ellas. Además, siempre hay una mirada cómplice que revela la gran relación que existe entre ellas, dado que Lynette se ha convertido en el pilar de su hija, sobre todo en estos últimos dos años en los que Charlene ha tenido que enfrentarse a varios problemas de salud.