Estas últimas semanas se ha hablado mucho de la supuesta cuarta hija ilegítima de Juan Carlos I. Los periodistas José María Olmo y David Fernández destripan este asunto en su nuevo libro sobre los secretos ocultos del exmonarca, ‘King Corp’. Según éstos, el marido de Sofía conoció a Charo Palacios a finales de los 70, con quien habría tenido una relación extramatrimonial y de esa unión nació Alejandra de Rojas. Sin embargo, tanto la modelo como el emérito han desmentido estas afirmaciones a través de un comunicado.
Por todos es conocida la fama de mujeriego de Juan Carlos I. Se especula que tenía una mujer en cada puerto. Algunas eran relaciones esporádicas y otras le robaron el corazón, como Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayà, con quien todavía mantendría el contacto. La reina Sofía quedó retratada como “la reina cornuda”. Humillada y sola. Se casaron por obligación y nunca llegaron a quererse aunque hubo intención.
Felipe VI ha construido un matrimonio mucho más sólido, aunque en su época de juventud también mostró sus genes Borbones. Era alto y atractivo y no le faltaban mujeres que quisieran conocerle. La primera pareja conocida del monarca fue Gigi Howard. Pero después vinieron otras como Isabel Sartorius, de quién estuvo realmente enamorado y podrían haberse casado. Sin embargo, la madrileña se cansó de pertenecer al ámbito de la corona y estar siempre en el foco mediático. Terminó sacrificando su relación con el entonces príncipe de Asturias.
Isabel fue la primera relación oficial de Felipe VI. Se les fotografió en Palma de Mallorca en el verano de 1989 muy acaramelados. La joven tampoco era del agrado de Juan Carlos y Sofía, ya que sus padres estaban separados y su madre era adicta a las drogas. "Con 14 años salía del colegio e iba a compra droga para mi madre", escribió Sartorius en su libro autobiográfico.
Se enamoraron a primera vista. Coincidieron en la discoteca Joy Eslava, donde se vieron por primera vez. Él tenía 21 años y ella 24, desde ese momento empezó a quererle. Tras esa noche empezaron a verse con asiduidad y tuvieron una relación que duró dos años, hasta 1991.
La madre de Isabel llamó a Sofía para decirle que su hija estaba embarazada
Tras la mala prensa hacia sus padres y hacia ella misma, rompieron su relación. Pero unos meses después, Nora de Liechtenstein llamó a la reina Sofía para comunicarle que su hija estaba embaraza. "Isabel está embarazada, tenemos un problema y doña Sofía, su íntima amiga, su amiga de toda la vida le contestó: 'Perdona, vosotros tenéis un problema, nosotros no’”.
En esa época, Isabel Sartorius "tenía un novio que no conocíamos" porque "lo llevaba bastante en secreto". "Luego dijo que su hija Mencía era de Javier Soto (Javier Fitz-James Stuart de Soto). Al cabo de unos años dijeron que se iban a casar, no estaban casados, dieron un comunicado... pero luego suspendieron la boda dos semanas antes de que se celebrara".
Según señaló Pilar Eyre, "Mencía se crio como hija prácticamente de madre soltera, o sea con su madre. En la época en que se le tenía que pixelar el rostro, pues bueno, corrieron rumores de que era rubia, que era exactamente igual que el Príncipe, que se parecía un montón”. La periodista indicó que "se corrió la leyenda de que Mencía era hija del príncipe Felipe”. Sin embargo, una vez que cumplió la mayoría de edad y se le pudo ver la cara en las fotografías se comprobó que no guardaba ningún parecido físico con Felipe, pero sí con Javier Soto, su verdadero padre.