Desde su entrada en la familia real británica, Meghan Markle ha sido una figura controversial, no solo por sus propias acciones y declaraciones, sino también por los problemas que arrastra su familia. Entre las numerosas dificultades, destacan las adicciones y problemas legales que han afectado tanto a su padre, Thomas Markle, como a su madre, Doria Ragland. Estos conflictos familiares han tenido repercusiones significativas en su matrimonio con el príncipe Harry y en su relación con la monarquía británica.
La familia de Meghan Markle ha estado marcada por numerosos escándalos. Su padre, Thomas Markle, ha confesado haber consumido cocaína en el pasado, especialmente durante los años 70 y 80 cuando trabajaba en la industria del entretenimiento. Esta revelación no solo ha afectado su relación con Meghan, sino que también ha contribuido a la percepción negativa de la familia Markle en los medios de comunicación. Por otro lado, su medio hermano, Thomas Markle Jr., ha enfrentado múltiples problemas legales y de adicción al alcohol y las drogas. Estos problemas han sido una carga constante para Meghan, quien ha tenido que lidiar con las consecuencias de las acciones de su familia mientras intenta mantener una imagen pública positiva.
El pasado complicado de Doria Ragland: retos personales y problemas económicos
Sin embargo, no solo los hombres de la familia Markle han tenido problemas. La madre de Meghan, Doria Ragland, también ha tenido sus propios escarceos con las drogas y el alcohol. Además, ha atravesado serias dificultades económicas antes de que su hija se convirtiera en duquesa de Sussex. De acuerdo con The Daily Mail, en 2002 se declaró en bancarrota, con activos valorados en aproximadamente 10,400 dólares y deudas de tarjetas de crédito que ascendían a 58,000 dólares. Aunque logró rehabilitarse tras la boda de su hija, su pasado ha sido una sombra persistente sobre la vida de Meghan y su relación con la Familia Real británica.
El impacto en el matrimonio de Meghan y Harry
Los problemas familiares de Meghan no solo han afectado su imagen pública, sino que también han tenido un impacto significativo en su matrimonio con el príncipe Harry. De acuerdo con fuentes próximas a la pareja, la presencia continua de Doria Ragland en sus vidas y su complicado historial con las drogas ha creado tensiones en su relación. Aunque Harry ha elogiado públicamente a Doria en el pasado, describiéndola como "increíble", su presencia constante es vista como un obstáculo por algunos miembros de la Familia Real británica, quienes consideran que está interfiriendo en la vida privada de la pareja.
La complicada relación entre Meghan y su padre, Thomas Markle, desde su unión con Harry ha añadido otra capa de tensión a su vida. Los persistentes escándalos y las exposiciones sobre el turbio pasado de su familia han creado un peso constante sobre la duquesa de Sussex y su matrimonio. Mientras tanto, la Familia Real británica, ya inmersa en sus propios desafíos, debe también afrontar la difícil tarea de controlar la negativa atención mediática que acompaña a los Markle. Asimismo, las acusaciones de racismo y las polémicas declaraciones de Meghan han generado una mala prensa para la Corona británica, lo que ha llevado a los Windsor a distanciarse aún más de los Sussex.