Desde su entrada en la familia real británica, Meghan Markle ha sido una figura controversial. Si bien la mayoría de sus escándalos están relacionados con sus constantes acusaciones en contra de la familia de su marido, el príncipe Harry, lo cierto es que su propia familia también ha sido un constante quebradero de cabeza para la ex actriz. Y es que, mientras su padre, Thomas Markle, intentaba vender fotos a los paparazzi y su hermanastra, Samantha, escribía un libro crítico, su medio hermano, Thomas Markle Jr., se ha enfrentado a un sinfín de problemas legales y de adicción que arroja una sombra ominosa sobre la imagen de la duquesa de Sussex.

No obstante, los problemas con las adicciones no solo afectaron a los miembros de la familia Markle. La madre de Meghan, Doría Ragland, también tuvo sus propios escarceos con las drogas y el alcohol en el pasado, aunque logró rehabilitarse tras la boda de su hija.

Thomas Markle Jr., la oveja negra de la familia

Durante un extenso período, Thomas Markle Jr. ha batallado con la adicción al alcohol y las drogas. En la boda real de 2018, no se le extendió una invitación, al igual que al resto de los miembros de la familia Markle, y desde entonces ha sido objeto de atención pública por razones poco favorables. Numerosos medios internacionales también han informado sobre sus encuentros con la justicia, incluyendo arrestos relacionados con amenazas con armas de fuego bajo la influencia del alcohol. En un incidente particularmente aterrador, llegó a apuntar una pistola a la cabeza de su novia, lo que resultó en su detención. Poco tiempo después, se vio nuevamente arrestado por un comportamiento similar hacia otra persona.

Incluso su hermanastra, Samantha Markle, coincide en que Thomas Markle Jr. tiene un historial problemático de divorcios y adicciones. En 2017, Samantha acusó a su hermano de robar a su padre y gastar el dinero en drogas. Cuando Thomas buscó rehabilitarse, su hermana Meghan ya había decidido cortar lazos por completo, profundizando la brecha entre ellos. Pero los problemas en la familia de Meghan no se detienen con Thomas Markle Jr. El padre de Meghan, Thomas Markle, quien se encuentra distanciado de su hija desde su casamiento con el príncipe Harry, confesó que en el pasado consumía cocaína. Según sus propias palabras, "En la industria en la que yo trabajaba en los años 70 y 80 había mucha cocaína circulando. Estoy seguro de que ocasionalmente la consumía".

La sombra de las adicciones se extiende a la madre de Meghan

Asimismo, la madre de Meghan, Doria Ragland, también ha enfrentado sus propios demonios de adicción en su juventud y numerosos problemas financieros antes de que su hija se convirtiera en duquesa de Sussex. Según The Daily Mail, en 2002 se declaró en bancarrota con activos por valor de unos 10.400 dólares y deudas en tarjetas de crédito por 58.000 dólares. Estos oscuros antecedentes familiares han sido una carga pesada para la Familia Real británica y para el matrimonio de los Sussex. A medida que los problemas familiares de Meghan Markle se hacen más evidentes, la monarquía británica se encuentra en una situación incómoda. Tienen suficientes problemas propios que resolver y no necesitan lidiar con los escándalos de la familia Markle.