Leonor está viviendo un auténtico infierno en Elcano. La princesa encaraba esta aventura con mucho miedo pero una gran ilusión. Forma parte de la formación militar con la Armada. Seis meses en los que recorrerá ocho países. Se encuentra en el ecuador de la travesía. Ya ha visitado Brasil, Uruguay y Chile, aunque ha tenido varios problemas, tanto dentro como fuera del barco.
Hay que recordar que las primeras semanas de travesía fueron algo complicadas para ella. A diferencia de sus compañeros no recibió una formación previa. Tan solo tres meses de instrucción, mientras el resto llevan tres años. Por ello, al embarcarse en el buque escuela, durante los primeros días, sufrió fuertes mareos y vómitos. Tuvo que confinarse en su camarote y recibió atención médica. También vivió alguna que otra caída por el fuerte oleaje. De ahí los moretones de sus brazos.
Pero no todo sucedió en el interior del buque escuela. En cada ciudad que visitan tienen varios días de permiso. Al ser la princesa de España, futura reina, genera un gran interés mediático. No solo por los paparazzis sino también por personas totalmente anónimas. Todo el mundo dispone de un teléfono móvil con cámara y acceso a redes sociales.
Leonor está agobiada por la situación dentro y fuera del buque escuela
La princesa no se siente segura al ver que en cualquier momento pueden perjudicar su imagen. Ha perdido toda la privacidad e intimidad en este viaje. En San Salvador de Bahía se la fotografió con un compañero en unas fiestas previas a carnaval, se dijo que podría ser su pareja por la gran complicidad que mostraron, además el fotógrafo aseguró que se besaron, pero no existe una fotografía de ese momento. Por otro lado, en Montevideo la fotografiaron tomando el sol en la playa en bikini. Unas imágenes que vieron la luz la semana pasada en una conocida revista española, y que a día de hoy aún continúan apareciendo nuevos detalles, se la ha vuelto a ver con ese compañero. La gota que colmó el vaso se vivió en Punta Arenas, donde un centro comercial difundió imágenes de sus cámaras de seguridad y Casa Real tomó medidas drásticas en el asunto.
Leonor se ha visto saturada. Ya no sabe qué hacer, no se siente segura, ni ella ni sus compañeros. En Valparaíso salió del barco cabizbaja, con el semblante muy serio, está triste y muy agobiada por la situación.
Está recibiendo desde Madrid atención psicológica para que tenga todas las herramientas para encarar esta situación, tanto todo lo que sucede fuera del barco como dentro. La pasada madrugada Elcano vivió uno de los peores temporales con olas de cinco metros y los guardiamarinas se confinaron en sus camarotes. La princesa vivió un verdadero ataque de pánico, fue atendida por el equipo médico.