Nuevo palo para la infanta Elena. Por si no tenía suficiente con ver a su hija Victoria Federica intentando convertirse en influencer, ahora tendrá que soportar verla en televisión. Vic participará en el programa El Desafío de Antena 3, en el que ocho famosos se enfrentarán a difíciles pruebas cada semana con el objetivo de ser el mejor en el juego. Se conoce que esta nueva faceta de Victoria ha sentado como una patada a la hija mayor de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía, que no quiere que la joven siga exponiéndose públicamente.
La buena noticia para la infanta es que, al menos mientras duren los rodajes del programa, no tendrá que aguantar a Victoria en casa. Y es que la convivencia entre madre e hija se está volviendo insostenible. Así lo aseguran algunos habitantes de la zona de la finca Niño Jesús donde vive la hija del rey emérito Juan Carlos I.
La tensión entre la infanta Elena y Victoria Federica aumenta
Aunque Victoria Federica siempre lo ha negado, los rumores acerca de que la relación no es buena circulan desde hace tiempo. "La relación con mi madre siempre ha estado bien", dijo Vic en una intervención para los medios de comunicación. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
La convivencia entre madre e hija se ha vuelto cada vez más difícil. Los rumores sobre una relación tensa entre ambas circulan desde hace tiempo, y los constantes gritos y portazos han agotado la paciencia de los residentes. La tensión entre madre e hija ha alcanzado un punto crítico, y se rumorea que Victoria está considerando mudarse a otro lugar para escapar de la supervisión constante de su madre.
Los vecinos de la zona, hartos de Victoria Federica y de sus discusiones con su madre
Victoria Federica ha protagonizado varios escándalos que han afectado la reputación de la familia real, desde sus noches de fiesta hasta comportamientos poco apropiados en eventos públicos. Y se conoce que cuando la infanta Elena no está presente, Victoria organiza fiestas que, según algunos, son demasiado extravagantes. La llegada de amigos y amigas de la prima de Leonor al lujoso apartamento de 500 metros cuadrados en el barrio del Niño Jesús, Madrid, ha generado incomodidad entre los otros propietarios e inquilinos. En varias ocasiones, se han visto obligados a llamar a la policía para intervenir y restablecer el orden.
La infanta Elena no está conforme con la actitud de su hija y ha expresado su descontento ante sus comportamientos irresponsables. La exposición mediática constante de Victoria Federica también preocupa a la infanta, quien teme por la reputación y el bienestar de su hija en un mundo donde las críticas y el escrutinio son constantes. Además, la vida despreocupada y los constantes viajes de Victoria no encajan con las expectativas de su madre, siempre muy conservadora.
La situación en el hogar de la infanta Elena no es nada tranquila, y las discrepancias entre madre e hija continúan exacerbando los conflictos. La falta de armonía en el ambiente ha llevado a ambos a considerar opciones para resolver la situación, aunque no está claro cuál será el desenlace de esta difícil relación.