La relación entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia sigue adelante, pero no sin dificultades. A pesar de que la pareja lleva ya cuatro años de relación y comparten hogar, la figura de Claire Liebaert, madre del exduque de Palma, sigue siendo un obstáculo en su historia de amor. La madre de Iñaki nunca aprobó la manera en que su hijo manejó su separación de la infanta Cristina, y menos aún el papel que Ainhoa jugó en todo el proceso.
Desde que comenzaron su romance, Ainhoa Armentia ha tenido que lidiar con la desconfianza de la familia de su pareja y con los comentarios críticos que han surgido en su entorno. En Vitoria, donde residen, su imagen no es precisamente la de una mujer bien vista. Se sabe que su relación con Iñaki comenzó antes de que él pusiera fin a su matrimonio con Cristina de Borbón, por lo que muchos la consideran una traidora.
Ainhoa Armentia no tiene buena fama en algunos círculos de Vitoria
Las habladurías han llegado a oídos de Claire Liebaert, quien, a pesar de haber aceptado la realidad de la nueva relación de su hijo, sigue sin mostrar simpatía alguna por Ainhoa. La octogenaria siempre ha sido una mujer de principios y le dolió profundamente ver cómo se desmoronaba el matrimonio de Iñaki y Cristina. Para ella, la infanta siempre fue una hija más, y el hecho de que su hijo la engañara con otra mujer fue algo difícil de asimilar.
A pesar de vivir en la misma urbanización, Claire y Ainhoa no han desarrollado una relación cercana. Su trato es cordial, pero frío. Mientras que con la infanta Cristina compartía momentos familiares, viajes y reuniones, con la nueva pareja de su hijo no ha querido establecer ningún vínculo. En reuniones familiares o encuentros ocasionales, se limita a mantener las formas, pero evita cualquier tipo de cercanía o complicidad con Ainhoa.
Claire Liebaert sigue posicionándose a favor de la infanta Cristina
Por su parte, la infanta Cristina sigue siendo muy cercana a Claire. Ambas han mantenido su amistad y siguen compartiendo encuentros familiares. Cristina le prometió a su exsuegra que siempre estaría presente en su vida, independientemente de su divorcio con Iñaki. Y lo ha cumplido. Esta relación no hace más que alimentar la incomodidad de Ainhoa, quien se siente desplazada y poco aceptada dentro del entorno de su pareja.
Aunque Ainhoa Armentia ha optado por mantenerse al margen de estas tensiones y evitar comentarios sobre la familia de Iñaki, en privado no oculta su molestia. Considera que Claire es una mujer clasista y que su lealtad hacia Cristina de Borbón es excesiva. Sin embargo, consciente de que no puede cambiar la situación, ha preferido adoptar un perfil bajo y centrarse en su relación con Iñaki.