Marie Chantal Miller, conocida por su fortuna multimillonaria y su matrimonio con el príncipe Pablo de Grecia, ha vuelto a protagonizar un episodio que en los círculos reales se ha convertido en un clásico de la provocación. En esta ocasión, la rica heredera se ha paseado nuevamente por los pasillos del palacio de Christiansborg, en Dinamarca, luciendo la enigmática tiara de diamantes que durante años ha sido objeto de misterio y rivalidad en la realeza europea. ¿Qué secreto encierra esta tiara y por qué ha sido motivo de disputa con la reina Letizia?

El territorio danés ha sido el escenario preferido de Marie Chantal Miller para lucir la tiara de la reina Federica, madre de la reina Sofía de España. A lo largo de las décadas, esta elección ha sido interpretada como un sutil mensaje dirigido a la reina Letizia. Aunque ambas reinas han intentado mostrar una relación amigable, el hecho de que esta tiara siga siendo parte del joyero de Marie Chantal sigue siendo un misterio para muchos.

El misterio detrás de la tiara de la reina Sofía

La tiara en cuestión, conocida como "la tiara de la reina Sofía", no debe su nombre a la reina emérita, sino a su antecesora, la reina Sofía de Prusia. Se trata de una espectacular pieza de diamantes con un diseño floral que data del siglo XIX y que se cree que fue un regalo del káiser Guillermo II a su hermana, la entonces princesa Sofía, con motivo de su compromiso y posterior boda con el heredero del trono griego, el rey Jorge.

A pesar de las dificultades que rodearon el reinado de Sofía, la reina consiguió conservar la tiara para legarla a sus herederos, llegando finalmente a manos del príncipe Pablo de Grecia, quien se casó con la mujer que más partido sacaría de la joya: la reina Federica. La tiara de Sofía era una de las joyas favoritas de esta última, que la lució en numerosos eventos y retratos oficiales hasta los años 50, incluso durante el exilio de la familia real griega en África durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, en 1967, después de la huida de la familia real griega, la tiara desapareció y surgieron dos teorías: que el rey Constantino la vendió debido a sus problemas financieros, o que la reina Federica la legó a la reina Sofía y, por lo tanto, se convirtió en parte de las joyas de la corona española. Sin embargo, ninguna de estas teorías resultó ser cierta.

El provocador regreso de la tiara y la rivalidad en la realeza europea

En 2012, cuando la reina Letizia aún ostentaba el título de princesa de Asturias, Marie Chantal Miller, aparentemente expresando su descontento hacia la esposa de Felipe (que aún no se había hecho público), hizo un impactante retorno de la tiara en el Jubileo de Rubí de la reina Margarita de Dinamarca. La joya había permanecido desaparecida durante 46 años, y su regreso no pasó desapercibido. Este gesto desafiante fue interpretado como un provocador mensaje hacia la reina Letizia. Desde ese momento, la rica heredera ha llevado la tiara de la reina Federica cada vez que ha visitado palacios nórdicos.