La princesa heredera de Noruega, Mette-Marit, ha roto su habitual discreción para abrirse sobre lo que ha definido como “el año más duro” de su vida reciente. En un emotivo encuentro con la prensa, la esposa del príncipe Haakon abordó cómo las dificultades familiares, en particular la controversia en torno a su hijo mayor, Marius Borg Høiby, han impactado tanto a su familia como a su salud.
El 2024 ha sido un año especialmente complicado para la familia real noruega. Marius Borg, fruto de una relación anterior de Mette-Marit, se vio envuelto en una serie de titulares tras su supuesta implicación en actividades cuestionables relacionadas con su vida personal y profesional. Aunque los detalles de la polémica han sido manejados con suma reserva, los medios de comunicación no han dudado en especular sobre las posibles consecuencias para la imagen de la casa real.
A este reto se ha sumado el deterioro de la salud de la princesa heredera, quien desde 2018 lucha contra una fibrosis pulmonar crónica. La enfermedad, que afecta su capacidad respiratoria y la expone a fatiga constante, ha limitado significativamente su agenda pública este año. “La enfermedad me ha obligado a encontrar un equilibrio entre mis deberes y mi bienestar. No siempre es fácil, pero cada día aprendo algo nuevo sobre la importancia de cuidar de uno mismo”, reveló. Sin embargo, Mette-Marit también destacó la fortaleza de su familia en tiempos difíciles. Haakon, quien ha permanecido a su lado de manera incondicional, se ha convertido en su principal apoyo. “El amor y la comprensión de Haakon son un pilar fundamental para mí. Juntos hemos enfrentado tempestades antes, y esta no será diferente.”
El problema de Mette-Marit más allá de la situación de su hijo
Entre otros temas, la princesa de Noruega compartió que también ha recibido asistencia del sistema de salud, aunque se reservó los detalles que la llevaron a ello. Sin embargo, meses atrás se confirmó que la esposa del príncipe heredero padece fibrosis pulmonar, una enfermedad en la que se forman cicatrices en los pulmones que dificulta la respiración y cuyo tejido pulmonar inflamado impide la correcta oxigenación en el torrente sanguíneo.
La situación emocional habría sido un factor importante para que la salud de la princesa se complica aún más, pues a pesar de todo lo ocurrido, tal como una madre haría, se ha convertido en uno de los apoyos más grandes de Marius. Por ello es que se le pudo ver bastante cautelosa durante la entrevista televisiva, en la que eligió cuidadosamente sus palabras para evitar que alguna de sus declaraciones públicas se tornara en contra de su hijo.
Mette-Marit piensa que la vida en la familia real es difícil
Mette-Marit también reflexionó sobre las implicaciones de ser miembro de una familia real en el siglo XXI. Reconoció que, a pesar de los privilegios asociados con su posición, las exigencias y expectativas pueden ser abrumadoras, especialmente para los más jóvenes. “No es justo que nuestros hijos tengan que cargar con el peso de nuestros títulos. Ellos también merecen la oportunidad de encontrar su propio camino sin un juicio constante,” afirmó. El apoyo de la familia ha sido crucial en estos momentos difíciles. Mette-Marit elogió a su esposo, el príncipe Haakon, por su inquebrantable respaldo y comprensión. También destacó cómo la unidad familiar les ha permitido enfrentar juntos los desafíos. “Somos una familia, ante todo. Y como cualquier otra, tenemos nuestras luchas y nuestros triunfos”, señaló.