La reina Letizia siempre ha sido muy controladora con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. La consorte ha sido estricta con los estudios, con la alimentación y con sus costumbres. En este último aspecto, se conoce que, mientras vivían en Zarzuela, siempre tuvieron prohibido tener redes sociales, así como un teléfono móvil propio. La reina también restringía las horas que pasaban frente al televisor o delante del ordenador. Y les imponía una hora como toque de queda para usar estas tecnologías.
En este sentido, por ejemplo, se comentaba que Leonor y Sofía tenían que grabarse Operación Triunfo y verlo al día siguiente, lo que suponían un problema para las jóvenes en forma de spoilers que recibían de sus compañeros. Y todo ello mientras fomentaba otros hábitos más saludables, como es el caso de la lectura.
Máxima de Holanda reconoce que su hija Ariane tiene un problema con las tecnologías
No obstante, estas estrictas medidas han permitido a Letizia y a sus hijas evitar un problema que afecta cada día a más jóvenes y que también padece la hija de Máxima de Holanda, Ariane, y que ha reconocido la misma reina consorte de los Países Bajos.
En un acto público reciente, la consorte de Guillermo Alejandro habló sobre los problemas de salud que su hija menor, Ariane, está enfrentando debido al abuso de las pantallas. Según la consorte, la Princesa Ariane, quien acaba de cumplir 17 años, ha comenzado a experimentar graves dificultades en su visión debido al tiempo excesivo que pasa frente a su teléfono móvil y ordenador a causa de la adicción que estos generan. Máxima, que normalmente es reservada con los asuntos personales de su familia, hizo una excepción en esta ocasión, al reconocer que la situación de su hija podría ser un reflejo de un problema más grande que afecta a muchos adolescentes en la actualidad.
Ariane se somete a tratamiento para combatir los problemas del uso excesivo de las pantallas
Ariane, que actualmente estudia en un internado en Italia, ha tenido que hacer frente a este problema de salud visual, lo cual está afectando su vida cotidiana. Máxima, al compartir esta historia, busca poner de relieve la importancia de moderar el uso de dispositivos digitales, algo que afecta no solo a la joven princesa, sino a una gran cantidad de menores en todo el mundo.
El abuso de las tecnologías en la juventud es un tema de creciente preocupación. Los expertos ya han advertido sobre los efectos perjudiciales de pasar largas horas frente a las pantallas, desde la fatiga visual hasta problemas como la insomnio y dificultades de concentración. La condición de Ariane es un claro ejemplo de cómo el uso desmedido de dispositivos electrónicos puede derivar en trastornos físicos y emocionales.
Este incidente también ha puesto de manifiesto cómo los hogares deben establecer límites en cuanto a la exposición a la tecnología, tal y como ha hecho Letizia con sus hijas desde edades muy tempranas.