La relación entre la reina Letizia de España y la reina Máxima de Holanda es un tema que ha generado mucho interés y especulación en los círculos de la realeza y entre los seguidores de las monarquías europeas. Es especialmente notable cómo la dinámica entre estas dos figuras prominentes ha cambiado drásticamente con el tiempo. En sus primeros años como princesas, Letizia Ortiz y Máxima Zorreguieta mantenían una relación cordial y amistosa. Ambas provenían de familias no reales y se habían adaptado a la vida en la monarquía, lo cual las unía en cierta medida. Durante el reinado del rey Juan Carlos I, las princesas Letizia y Máxima fueron vistas juntas en varias ocasiones, mostrando una aparente camaradería que muchos interpretaron como una amistad naciente.

Sin embargo, la situación cambió significativamente tras la abdicación del rey Juan Carlos I en 2014, cuando Felipe VI ascendió al trono y Letizia se convirtió en reina consorte de España. A partir de ese momento, la relación entre Letizia Ortiz y Máxima de Holanda comenzó a mostrar signos de tensión. Un punto de inflexión en su relación ocurrió durante una visita oficial de Máxima de Holanda a España, cuando un periodista le preguntó si consideraba a Letizia la más indicada para ser reina. La reina respondió diplomáticamente, diciendo que no podía responder a esa pregunta, lo cual fue interpretado por muchos, incluida Letizia, como una falta de apoyo o incluso una crítica. Este comentario aparentemente inocuo marcó el inicio de una relación más fría entre ambas reinas. La reina Letizia, que ya estaba bajo una intensa presión en su nuevo rol, se sintió molesta y ofendida por la respuesta ambigua de Máxima de Holanda, a quién en aquel entonces consideraba una amiga. 

La reina Letizia se ha hecho muchos “enemigos” en el ámbito royal de Europa

A lo largo de los años, esta tensión inicial se vio incrementada por diferencias en personalidad y estilo de liderazgo. La reina Letizia es conocida por su enfoque riguroso y detallado en sus deberes reales, a menudo percibido como perfeccionista. Máxima de Holanda, por otro lado, tiene una personalidad más abierta y accesible, lo que la ha hecho muy popular tanto en Holanda como en el extranjero. Esta divergencia en sus enfoques y temperamentos contribuyó a la creciente distancia entre ellas en adición a las tensiones que ya existían.

Además, la esposa del rey Felipe VI ha sido objeto de escrutinio y críticas tanto de la prensa como del público, y su relación con otras figuras reales a menudo se ha visto afectada por este contexto. Su actitud, que algunos describen como distante o rígida, no ha sido del agrado de la reina Máxima, quién opina igual que los demás respecto a Letizia, por lo que tenemos otro punto para que las dos reinas no se lleven bien en la actualidad. 

El final de una relación entre estas dos reinas

El distanciamiento entre las reinas Letizia y Máxima alcanzó un punto crítico cuando, durante una visita oficial, se notó la falta de interacción y cordialidad entre ambas. Los gestos fríos y las conversaciones formales reemplazaron la camaradería que alguna vez compartieron. Todo esto solo ha sido consecuencia de las acciones de cada una, aunque los simpatizantes de la reina Máxima opinan que fue la esposa del rey Felipe VI la que empezó todo.