La visita de estado de Felipe VI y Letizia en Holanda ha sido seguida con gran interés por los medios de comunicación. Tanto que los propios reyes quedaron impactados con la cantidad de periodistas españoles desplazados a Ámsterdam, expresándolo de manera clara durante uno de los primeros actos de la agenda oficial: "En Dinamarca no erais tantos". Vete a saber qué ha influido en esta decisión: si el recuerdo del estallido Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova, con los españoles como testigos de excepción de una crisis royal internacional de grandes dimensiones, o que se tratara del interés que suscita que sea el primer viaje del matrimonio tras el huracán Jaime del Burgo. El caso es que había muchos compatriotas de los monarcas siguiéndolos... y enfadándose. Están indignados.
En esta película hay una mala: Máxima Zorreguieta, la reina holandesa de origen argentino. La esposa de Guillermo Alejandro es uno de los grandes espectáculos del panorama internacional, y las comparaciones con Letizia, también antiguos enfrentamientos, ponían el morbo al encuentro royal. Letizia, es cierto, ha monopolizado el anecdotario, con sus problemas de salud en los pies y una pelea pública con su marido. Pensábamos que la holandesa había salido más o menos indemne de la cita, pero no es así: 'Monarquía Confidencial' se hace eco de un sentimiento de enfado y decepción con la consorte. Hirió el corazón de los plumillas españoles.
Así relatan la sorpresa desagradable que supuso para la expedición informativa que la reina Máxima se dirigiera a todos ellos en, atención, inglés. Fatal y hostil, "es argentina y, por tanto, habla perfectamente en castellano, como lengua materna que es". Hay gente hecha puré: "Nos ha saludado en inglés. No se comprende, sabiendo que la reina Letizia nos estaba saludando, y que ella sabía que somos medios españoles". Mal Letizia, le podía haber llamado al orden para devolver al equilibrio hispanocéntrico en el planeta. La situación se repitió en dos ocasiones: "Tras el acto de bienvenida en la plaza Dam cuando los cuatro reyes se acercaron en un grupo de jóvenes estudiantes neerlandeses que hablaban español. Y la segunda, en el centro de día cuando saludaba a los periodistas en compañía de doña Letizia". A ver, no es por aguar la fiesta a los españolitos, pero tampoco es ningún drama. Se trata de diglosia (vaya) y de cortesía: el inglés lo entienden perfectamente en Holanda, el español no. Sabe mal, de verdad.
Detalle importante el que explican justo después, remachando el clavo de los indignados: "La reina Máxima obvió la presencia de los suyos y se dirigió a la prensa española, pero en inglés". Bueno, al menos les habló. Porque explican que la señora es la pesadilla de la prensa. Según periodistas y fotógrafos locales, "los miembros de Casa Real de Países Bajos no mantienen una relación muy cercana con los medios de comunicación del país. Es más, la reina Máxima no les hace caso cuando están presentes en un acto. La reina Máxima es anti-medios. Si coincides con ella en algún lugar y le haces una foto, los escoltas se encargan de que la borres para evitar filtraciones". Vaya. Máxima mala. Letizia buena. Al final, ha habido gol en el tiempo de descuento.