Seguimos con el mundo royal. Nos encanta comentar los looks de las princesas y las reinas de Europa. Charlène de Mónaco, Victoria de Suecia, Ingrid Alexandra de Noruega, la Reina Letizia... y Máxima de Holanda. La mujer de Guillermo Alejandro, Su Majestad El Rey de Los Países Bajos, es siempre trending topic allá por donde pasa. Hace aproximadamente un mes acudía a tierras oceánicas con un vestido muy personalizado e inusual en una reina y hace un par de semanas aparecía, cómo no, en la ceremonia de coronación de Carlos III de Inglaterra en la famosa Abadía de Westminster. Ahora nos hacemos eco de su última aparición pública, como siempre, noticiable.
Tras asistir a la graduación de su hija Alexia, que hasta este sábado era compañera de clase de Leonor de Borbón Ortiz, la nuera de la princesa Beatriz -curiosamente la ex reina recuperó el título de princesa con su abdicación- acudía ayer a un evento nacional. Dentro de las fronteras neerlandesas, Máxima, de origen argentino, visitaba la ciudad de Austerlitz, en la provincia de Utrecht. Allí conocía un proyecto sobre cuidados en los más mayores y, para variar, su presencia ha causado furor. Máxima es una buena reina la cual ejerce a la perfección las funciones que se esperan de ella: representar al pueblo e interesarse por las iniciativas ciudadanas. Y si cada vez que acude a un evento se habla de cómo se viste y de qué look lleva, pues mejor que mejor.
Siempre risueña, la mamá de la princesa herdera Amalia y de sus hermanas las princesas Ariane y Alexia de Holanda ha desempolvado uno de los vestidos que tenía almacenados en el armario de su residencia real. Se trata de un vestido de Valentino que estrenó hace más de diez años: de color rosa palo de manga larga, con volantes en la parte central, cinturón plateado y "detalle de lazo fino en el cuello", tal y como especifica Vanitatis. Elegantísima, aunque, sin embargo, la prensa rosa holandesa no se ha fijado solo con el vestido, sino con su peinado.
Lejos de ir engominada y perfectamente peinada, Máxima de Holanda ha preferido recrearse en su versión más salvaje. A modo leona, la Reina ha aparecido desmelenada total, modo rockero, modo Fortunato. Impresionante este nuevo look con el que encandila a los más de 17 millones de neerlandeses que viven en las fronteras de Los Países Bajos. Un estilazo que ha puesto a debate la experta Josine Droogendijk, responsable de ‘Mode Koningin Maxima’, con la pregunta "¿Debería el cabello de una reina estar siempre bien peinado?". Nosotros votamos que no: que vaya como le dé la gana. Total... ¡está guapa siempre!