Juan Carlos continúa en Abu Dabi desde agosto de 2020, tras la pandemia y por su último juicio con Corinna Larsen, que finalmente se resolvió a su favor, Felipe y Letizia decidieron exiliarlo. La intención era conseguir que el apellido Borbón no se vinculase nunca más a la corona, un propósito que han conseguido enmendar con creces. El emérito siempre ha expresado su deseo de volver a España más pronto que tarde, pero de momento es algo que no se ha materializado, a pesar que no hay ninguna causa sobre él.
El marido de la reina Sofía lleva cuatro años en Abu Dabi. El exmonarca se encuentra acompañado de su personal de servicio, algunos amigos y una mujer muy especial, Marta Gayá, quien le visita constantemente. A pesar de ello, Juan Carlos está preocupado por su avanzada edad, sabe que no es inmortal y que a pesar de sus cuidados, algún día fallecerá. Al padre de Elena, Cristina y Felipe no le gustaría morirse fuera de España, sería una deshonra a sus más de cuarenta años de reinado.
Juan Carlos presenta algunos problemas de salud propios de la edad
Felipe y Juan Carlos han tenido varias reuniones virtuales en las que han hablado por supuesto sobre su retorno, es una posibilidad que está siempre sobre la mesa, pero a día de hoy no se contempla. El emérito preocupa a sus hijos por su salud. Los tres están siempre en contacto con su médico y les ha comunicado que el marido de la reina Sofía está muy mal.
Juan Carlos I ya ha cumplido 86 primaveras y empieza a sufrir algunos problemas propios de la edad, como los problemas de movilidad que ya arrastraba de antes, o demencia senil. El emérito ha preocupado a su entorno con algunas pérdidas de memoria. En alguna ocasión se le ha olvidado el nombre de algunos conocidos de hace años, o se equivoca de día y horas.
Hay que tener en cuenta que Juan Carlos está muy lejos de su familia y su entorno más cercano. Los médicos recomiendan a Felipe que el emérito debería estar más cerca de los suyos, ya que su cabeza empieza a olvidar algunos episodios de su historia. No siente a su familia cerca.
Si en alguna ocasión se plantean su regreso, Juan Carlos no se quedaría en Zarzuela ni tampoco en el piso de la infanta Elena. Los planes para él pasan por instalarse en Sanxenxo, cerca de su íntimo amigo Pedro Campos, o en Portugal.