No está escrito que los miembros de las Casas Reales no puedan tener opinión política. ¿Por qué no podemos ver a la reina Letizia ejercer su derecho a voto? Será que la democracia no va con ella. Letizia Ortiz tenía que dar nuevos aires a la monarquía española y ha acabado como todos sabemos: con el amigo compi-yogui corrupto, haciendo que Felipe VI sea más agresivo contra el independentismo, detestando a sus suegros y sin ningún tipo de perfil propio: no sabemos qué piensa y sólo sabemos como viste o qué se opera. La nueva Letizia se llama Meghan Markle. La última plebeya que se ha incorporado a la realeza europea, y a la más tradicional del continente: la británica.
Puede sentarse con la misma postura que Isabel II pero con perfil propio. Entró sola a casarse con el príncipe Harry, sin necesitar a un hombre, y ahora acaba de hacerse público que en una cena del embajador británico en Irlanda, Meghan se declaró "satisfecha" con el reciente referéndum para despenalizar el aborto en el país isleño. La indiscreción vino de un tuit de una senadora irlandesa, que ya ha borrado, donde decía: "La duquesa y yo hablamos sobre el resultado del reciente referéndum, ella se mostró satisfecha con el resultado". Un miembro de la realeza satisfecho con un referéndum (Letizia detesta el referéndum catalán) y feliz que las mujeres sean libres de interrumpir su embarazo.
La católica república de Irlanda escogió: abortar tiene que ser legal: 66% / abortar tiene que seguir siendo un delito: 33%. Cualquier persona tiene que poder opinar, pero sólo Meghan de entre los royals lo ha hecho. Polémica en los tabloides por si ha sido una irresponsabilidad o un signo del nuevo tiempo. Las activistas feministas irlandesas han publicado tuits que acreditan que Meghan les dio apoyo en la campaña proabortista. Y lo ha hecho en una República, la irlandesa.
La princesa Leonor de Borbón quizás no estará a tiempo de ser la nueva Meghan. Villarejo, Corinna, Letizia y Felipe están haciendo agonizar la Corona.