La familia real británica está atravesando uno de los momentos más difíciles en su historia reciente. Tanto el rey Carlos III como Kate Middleton, la princesa de Gales, están enfrentando batallas personales contra el cáncer. Esta situación crítica ha generado una gran preocupación tanto dentro de la familia real como en el público y ha puesto a prueba la capacidad de la monarquía para mantener su imagen y estabilidad dado que dos de sus figuras más importantes están enfermas.
El diagnóstico de cáncer del rey Carlos III ha sido un golpe devastador. El monarca, que ha esperado toda su vida por ser rey, ahora enfrenta una batalla por su vida. Aunque la familia real y el entorno cercano al soberano han intentado mantener una actitud positiva y esperanzadora, la gravedad de la situación no puede ser subestimada, eso es un hecho. Por otro lado, la situación de Kate Middleton también es alarmante. La princesa de Gales, conocida por su dedicación a sus deberes reales y su carisma, ha estado ausente de la vida pública desde que se conoció su diagnóstico de cáncer. La familia real ha sido discreta sobre los detalles de su enfermedad y su tratamiento, lo que ha generado una falta de información que solo aumenta la preocupación y los rumores.
En este contexto, el príncipe Harry y su esposa han vuelto a ser el centro de atención. Se dice que Meghan Markle está aprovechando la ausencia de Kate Middleton para ganar protagonismo y fortalecer su propia imagen pública. La pareja, que ya no forma parte activa de la familia real, ha estado realizando movimientos estratégicos en el ámbito comercial y mediático que no han sido bien recibidos por la corona. Sus acciones son vistas como intentos de eclipsar a la familia real en un momento de vulnerabilidad y crisis que los duques de Sussex conocen de sobra.
Meghan Markle está en la mira de la familia real británica
Las apariciones públicas de los duques de Sussex, así como sus iniciativas benéficas y comerciales, han sido interpretadas por la corona como un esfuerzo deliberado para mantener su relevancia y visibilidad, pues mientras que Kate Middleton ha estado fuera del ojo público, los duques han incrementado sus apariciones. Esta percepción ha generado críticas y tensiones de parte de la corona, aumentando aún más las divisiones existentes entre la monarquía y los duques de Sussex. La situación se complica aún más por el hecho de que Meghan Markle y el príncipe Harry han sido una fuente constante de controversias desde que decidieron establecerse en Estados Unidos.
Aún así, no parece que la ex actriz de Suits tenga intenciones de tranquilizar su agenda, la cual ha estado muy activa durante los últimos meses. ¿Lo ha hecho a propósito? Tal parece que sí, pues la duquesa de Sussex sabe perfectamente que Kate Middleton está alejada del ámbito público debido a su enfermedad, lo cual le deja una ventana muy grande que aprovechar a nivel mediático.