Ni con el fallecimiento de la reina Isabel II, el príncipe Enrique y Meghan Markle lograron aparcar sus diferencias con la Casa Real británica. Viven totalmente apartados y no forman parte de la institución, decidieron renunciar a todos sus derechos. A principios de junio, el hermano del príncipe Guillermo estuvo en Londres para declarar en el juicio contra el Grupo Mirror Group Newspapers por intervención de sus teléfonos y espionaje a su vida privada. No visitó ni a su padre ni a su hermano.
Las memorias del príncipe Harry, todo un éxito en ventas a nivel mundial, siguen dando mucho de que hablar. Entre sus muchas revelaciones, se atreve a hablar de su pasado con las drogas, como cocaína, cannabis u hongos alucinógenos. Unas declaraciones que podrían costarle su vida en California con su mujer y su hijo. Según figura en el Daily Mail, el consumo de drogas puede ser un argumento para la denegación del visado en Estados Unidos y según este medio, a cualquier solicitante se le negaría una visa con un historial así de consumo de sustancias ilegales. Si hubiese mentido, el duque podría ver revocada su visa.
Meghan Markle y Harry comparten la misma adicción
Su primer contacto con las drogas fue a los 17 años. Se aficionó a la cocaína y la consumía de tanto en tanto. También revela que fumó cannabis después de su primera cita con Meghan Markle. De hecho, su mujer se vicio a las drogas tras conocer a Harry. Ella misma reveló que a partir de ese momento también consumía marihuana de forma esporádica y en la intimidad de su hogar.
Las drogas acompañaron al hijo de Carlos III en uno de los momentos más complicados de su vida. Además, reveló que el consumo de cocaína y alcohol “no hizo nada por mí. Fue más una cosa social. Me dio un sentido de pertenencia y probablemente también me hizo sentir diferente a cómo me sentía”. No obstante, afirmó que para él la marihuana es totalmente diferente, “eso realmente me ayudó mucho”. “Me dio una sensación de relajación, liberación, comodidad, una ligereza que logré mantener durante un período de tiempo”, agregó el príncipe Harry. “Comencé a hacerlo de manera recreativa y luego comencé a darme cuenta de lo bueno que era para mí. Diría que es una de las partes fundamentales de mi vida, que me cambió y ayudó a lidiar con los traumas y los dolores del pasado”, reveló.
Harry protege a Meghan Markle, de quien no habla absolutamente nada sobre este asunto. ‘The Sun’ contactó con varios testimonios que asistieron a la primera boda de la ex actriz con Trevor Engelso, ceremonia que se celebró en Jamaica en 2012. Según estos invitados, la mujer del príncipe fue vista preparándose un cigarrillo de marihuana durante la fiesta de su boda. Revelaron que el entonces matrimonio compró la droga a uno de los trabajadores del hotel en el que se hospedaron, ya que en Jamaica es ilegal. "Era una boda en Jamaica, entonces ellos pensaron que sería apropiado y divertido regalar marihuana. Ella pensó que haría de la ocasión algo memorable”, dijo otro testigo.