Los rumores de un inminente divorcio entre el príncipe Harry y Meghan Markle han alcanzado su punto más álgido, y ahora, todo parece indicar que la ex actriz estadounidense no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados y ha añadido una nueva cláusula a su acuerdo de divorcio. La pareja fue vista recientemente saliendo de un edificio de oficinas en Santa Bárbara, California, de la mano y sonriente, pero esta aparición no ha detenido las especulaciones sobre su separación.
De acuerdo con diversas fuentes, Meghan Markle estaría decidida a sacar provecho de la ruptura y ha presentado una demanda económica de al menos 80 millones de dólares como requisito para firmar el acuerdo de divorcio. Esta suma, que ya de por sí resulta impresionante, se consideraría insuficiente para la ambiciosa Markle, quien aparentemente busca asegurar su independencia financiera y garantizar un futuro cómodo para sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet Diana. Además, la ex actriz también está decidida a obtener la custodia total de sus hijos, manteniendo así un control absoluto sobre su crianza, alejándolos de la Familia Real británica y de sus futuras responsabilidades como príncipes.
Meghan Markle lucha por defender su título nobiliario
Otra cláusula que ha generado una gran tensión en este proceso de divorcio es el título de duquesa de Sussex, el cual la ex actriz de ‘Suits’ parece dispuesta a retener a toda costa. Para Meghan, ser duquesa representa un símbolo de reconocimiento y estatus, y no está dispuesta a renunciar a este título nobiliario, a pesar de la inminente separación del príncipe Harry. De este modo, Meghan podría seguir el ejemplo de la siempre polémica Sarah Ferguson, ex esposa del príncipe Andrés, quien conserva su título de duquesa de York a pesar de haberse divorciado del hermano de Carlos III en 1996.
¿Harry abandonó a Meghan por su mal carácter?
Ahora bien, ¿cuáles son los motivos que han llevado a la separación entre el príncipe Harry y Meghan Markle? Según los medios locales, una de las razones que se mencionan como detonante del quiebre en el matrimonio real es el supuesto mal carácter de Meghan Markle. Varios seguidores de la pareja aseguran que la actriz ha sido señalada en múltiples ocasiones como prepotente y grosera, lo que habría generado tensiones y conflictos en su relación con el príncipe Harry. Un ejemplo de ello, según los seguidores de la pareja, sería una escena de su documental en Netflix, ‘Harry & Meghan’, en la que Meghan se "burla" de la reverencia que hizo a la reina Isabel II cuando la conoció. La reacción de Harry, visiblemente enojado y serio, ante la actitud de su esposa habría sido un indicio de los problemas en la pareja.
Además, también se ha rumoreado que la Familia Real británica estaría presionando a Harry para que se divorcie de Meghan y regrese al Reino Unido. Parece que los escándalos protagonizados por los duques de Sussex han agotado la paciencia de algunos miembros de la realeza, por lo que el divorcio podría ser la única opción para que Harry recupere su estatus dentro de la Casa Real.