No es un secreto que desde que el príncipe Harry y Meghan Markle renunciaron a la realeza británica, su relación con la Familia Real ha sido muy mala. Y esta es una situación que no ha mejorado desde que se anunciaron las enfermedades de Carlos III y Kate Middleton. La dinámica se vuelve incluso más tensa cuando se tiene en cuenta el escaso vínculo del rey con sus nietos, Archie y Lilibet. Lo último que se supo es que los niños podrían haber ido a Reino Unido si no fuera por la negativa de su madre.
Archie y Lilibet, los hijos Meghan Markle y Harry, están creciendo totalmente apartados de los Windsor. Este es un hecho que a Carlos III le disgusta profundamente. Así lo han dejado saber unas fuentes del Palacio de Buckingham a The Mirror, que aseguraron que el monarca “no está contento” por no tener ninguna interacción con sus nietos más pequeños, debido a las decisiones de sus padres. Recordemos que el príncipe y su familia se mudaron a California, Estados Unidos.
“El rey está absolutamente comprometido en estar presente en todos los acontecimientos de la vida de sus nietos”, contaban los informantes a dicho medio. Además, en esta publicación hacían referencia al gran enojo que tiene el hijo de la fallecida Isabel II por perder el contacto con los pequeños. Solo se ha comunicado de forma remota en determinadas ocasiones, nunca de manera presencial. Otro golpe lo ha sufrido recientemente con el viaje de los duques de Sussex a Colombia.
Se presenta la oportunidad para que Carlos III coincida con Archie y Lilibet, pero Meghan Markle lo impide
La última vez que el jefe de Estado vio a sus nietos en persona fue en 2022. Durante el Jubileo de Platino de la reina Isabel. Desde entonces, muchos kilómetros lo han separado de los miembros más jóvenes de su familia. “Él valora la familia por encima de todo y sea cual sea el curso de su relación con su hijo, nunca se contentaría con ver a sus nietos en alguna que otra videollamada”, revelaban en la misma publicación.
Desde hace semanas se sabe que el hermano de Guillermo y su mujer tenían planificado un viaje a Colombia para hablar sobre discriminación racial, promover iniciativas de salud mental y apoyar otras causas relevantes. Es por ello que desde Casa Real les llegó la propuesta de un viaje para que los niños fueran a Reino Unido en los días que ellos estuvieran en esa visita. Sin embargo, la decisión de Markle fue rotunda. Decidió que sus hijos se quedaran a cargo de sus cuidadores en lugar de enviarlos con su abuelo. Una resolución que, como es de esperarse, seguramente hirió al rey.
Aseguran que, pese a la mala relación que existe entre el duque y su padre, Carlos “es un abuelo fantástico y entusiasta” y que está muy interesado en construir una relación con los pequeños príncipes. El problema es que las reglas impuestas por la estadounidense dificultan cualquier acercamiento.
Carlos III deja claro que Archie y Lilibet tienen las puertas abiertas en la Familia Real británica; una buena voluntad que no se extiende a Harry y Meghan Markle.