Cuando hablamos de colecciones de joyas históricas, la realeza británica suele ser uno de los principales referentes. Desde la reina Isabel II hasta Lady Di, pasando por la princesa Ana y Kate Middleton, todas han lucido piezas impresionantes. Sin embargo, en la actualidad, una figura destaca entre todas: Meghan Markle. Desde su aparición en la vida de la realeza británica tras su boda con el príncipe Harry, la ex actriz se ha convertido en un ícono de la moda, imponiendo su estilo moderno, femenino y elegante, enriquecido con una vasta y lujosa colección de joyas que incluyen regalos de la Corona, obsequios de su esposo y adquisiciones personales.
De hecho, la joya más preciada en posesión de la duquesa de Sussex es el anillo que el príncipe Harry le entregó como símbolo de su compromiso en 2017. Este diseño, creado por el propio príncipe, consta de dos diamantes pertenecientes a su madre, la princesa Diana, un diamante procedente de Botswana (un lugar significativo para la pareja) y una banda de oro que sostenía las tres gemas. Se rumorea que Markle ha optado por cambiar esta banda de oro por una de platino.
La colección de joyas de Meghan Markle supera el millón de euros
Esta pieza es solo una parte de la deslumbrante colección personal de joyas de Meghan, valorada en más de 1 millón de euros. Su cofre de tesoros incluye siete collares, 23 brazaletes, 26 anillos y 35 pares de pendientes, totalizando 91 piezas de gran valor. Este número supera la colección personal tanto de Lady Di como la de Kate Middleton. Kate posee alrededor de 60 piezas de joyería, incluido el icónico anillo de compromiso de zafiro de Diana, valorado en unos 200.000 euros.
Joyas con historia y significado
Dentro de la amplia variedad de joyas que conforman la colección de Meghan, resalta el ‘Infinity Ring’, un regalo de Harry con motivo del nacimiento de su hijo Archie, valorado en más de 5.000 euros. Este anillo, diseñado por el joyero personal de la Reina Isabel, Harry Collins, hizo su primera aparición pública durante el desfile Trooping the Colour, marcando el primer evento oficial de Meghan tras su maternidad.
Entre sus piezas más notables se encuentra el anillo de aguamarina, que perteneció a la princesa Diana y tiene un valor de 75.000 euros, usado por Meghan en la recepción de su boda en mayo de 2018. También resaltan unos pendientes de Cartier valorados en unos 60.000 euros, así como un conjunto de pendientes de perlas y diamantes, un regalo de la Reina Isabel II valorado en más de 4.000 euros.
Incluso antes de su vida real, durante su participación en la serie "Suits", Meghan Markle adquirió joyas notables, como su reloj Tank de Cartier valorado en 6.000 euros. Este reloj simboliza sus logros como actriz y, según sus propias palabras en una entrevista, será una herencia para sus hijos. Con piezas de valor incalculable, Meghan Markle está en camino de tener una de las mayores colecciones de joyas, compitiendo con leyendas como Liz Taylor, María Félix o Grace Kelly. Su estilo moderno y su capacidad para elegir piezas significativas han hecho que su colección sea un tesoro que podría rivalizar con cualquier otro en la historia tanto de la realeza europea como de Hollywood.