El príncipe Harry, desde su salida de la familia real junto a su esposa Meghan Markle, ha estado envuelto en una serie de controversias y rumores que han manchado su imagen pública. Uno de los últimos informes que ha captado la atención de la prensa británica sugiere que el duque de Sussex habría solicitado un préstamo a su propio padre, el rey Carlos III, con la promesa de retomar sus responsabilidades reales mientras el monarca enfrenta tratamientos contra el cáncer. Sin embargo, algunos señalan que el motivo detrás de esta solicitud de fondos podría ser mantener el extravagante estilo de vida de Meghan.
Meghan, la reina del derroche
Las críticas hacia Meghan Markle no son nuevas, especialmente en lo que respecta a sus costosos atuendos. Recientemente, el periódico británico ‘Daily Mail’ ha expresado su preocupación por los altos gastos de Meghan Markle, la esposa del príncipe Harry, especialmente en lo que respecta a su vestimenta, que siempre es informal pero cuidadosamente seleccionada. En particular, su reciente aparición en la presentación de los Juegos Invictus 2025 en Vancouver, Canadá, ha llamado la atención debido al elevado coste de cada prenda que llevaba puesta.
Específicamente, el atuendo que lució mientras esquiaba no solo destacó por su estilo clásico, en línea con la estética del lujo discreto que ella prefiere, sino también por el precio de cada una de las prendas. Si hacemos un cálculo rápido, se puede estimar que el total de los looks de la gira de la ex actriz de ‘Suits’ por Canadá supera los 50.000 euros, incluyendo abrigos de Hermès, joyas de Ariel Gordon Jewelry y Birks, así como gorros y bufandas de cachemira, todos ellos artículos de lujo.
Dificultades financieras evidentes
Además de sus ostentosos gastos en moda, se ha informado que las salidas de la pareja en Montecito, California, son igualmente costosas, con cenas en restaurantes exclusivos en compañía de amigos famosos. Sin embargo, estos gastos parecen superar con creces los ingresos del matrimonio, lo que los ha llevado a atravesar dificultades financieras en los últimos años. Esto ha quedado de manifiesto tras la publicación de la declaración de impuestos más reciente de su fundación 'Archewell', que mostraba una significativa reducción en las donaciones, cayendo de 13 millones de dólares en 2021 a casi dos millones en 2022. Además, se informó de una pérdida de patrimonio de alrededor de 675.000 dólares, ya que sus costes superaron sus ingresos el año pasado, y los números continuaron disminuyendo en 2023. La situación financiera de Harry y Meghan también se ha visto afectada por la cancelación de su contrato con Spotify, valorado en unos 20 millones de dólares.
Asimismo, desde que renunciaron a sus roles como miembros activos de la familia real, Harry y Meghan han perdido ciertos privilegios y títulos. Ya no reciben fondos públicos del presupuesto soberano ni representan a la monarquía en compromisos oficiales. El príncipe Harry también perdió sus títulos militares y su papel como embajador de la juventud de la Mancomunidad de Naciones. Por ello, se especula que su solicitud de préstamo a su padre y su regreso a ‘La Firma’ podría estar relacionada con su deseo de recuperar estos privilegios para financiar el estilo de vida de Meghan.