La vida de Meghan Markle no ha sido fácil, tanto en su vida personal como profesional. A lo largo de los años, ha tenido que lidiar con una serie de problemas de salud que han afectado su bienestar, siendo uno de los más prominentes la migraña crónica. Esta afección, que la acompaña desde hace tiempo, requiere que la duquesa de Sussex siga un estricto régimen de medicación para evitar complicaciones mayores. Pero no es solo esta patología la que necesita atención, ya que también está en tratamiento por una condición heredada de su tiempo en el Reino Unido.

La relación de Meghan con la familia real británica fue complicada desde el principio, y esa presión constante tuvo un impacto negativo en su salud. Las críticas públicas, los juicios mediáticos y las comparaciones con figuras como Kate Middleton, quien también la atacaba constantemente, generaron un nivel de estrés y ansiedad que rápidamente comenzó a afectar a Meghan. La constante exposición a los medios, los juicios constantes que estos hacían y las expectativas de la monarquía británica, le pasaron factura, tanto física como emocionalmente.

Carles, Camilla, Harry i Meghan / GTRES
Carlos, Camilla, Enrique y Meghan / GTRES

Meghan Markle sufrió un fuerte impacto psicológico durante su paso por la familia real británica

En medio de esta presión, Meghan tuvo que recurrir a tratamientos psicológicos para poder lidiar con la ansiedad, el estrés y los episodios depresivos. La situación se volvió tan difícil que incluso llegó a necesitar medicación para poder sobrellevar los momentos de mayor dificultad. Durante este período, Meghan admitió que el impacto psicológico de ser parte de la familia real fue devastador, con situaciones que incluso afectaron su salud física y emocional.

En este contexto, Meghan también atravesó un trágico aborto espontáneo, lo que solo empeoró su estado emocional. La combinación de estos episodiosy la presión constante de los medios de comunicación hizo que se viera obligada a buscar ayuda médica para poder seguir adelante. Afortunadamente, con el apoyo adecuado, la duquesa logró superar esa etapa tan difícil y encontrar una salida a su sufrimiento.

Carles III i Meghan Markle
Carlos III y Meghan Markle

Meghan Markle sigue bajo control y tratamiento médico

El alejamiento de Meghan y el príncipe Harry de la familia real británica, cuando se mudaron a California, fue un paso importante hacia su recuperación. Fuera del ojo público y lejos de las estrictas normas de la realeza, Meghan comenzó a encontrar un nuevo equilibrio en su vida. Sin embargo, aunque la situación mejoró, no ha dejado de acudir a su psicólogo para asegurar su bienestar emocional y prevenir cualquier recaída.