En un nuevo giro de los dramas palaciegos, Meghan Markle ha sido acusada de ser una madre negligente. La razón: no permitir que sus hijos, Archie y Lilibet, visiten a su abuelo, el rey Carlos III, durante las vacaciones de verano en Balmoral. En medio de la crisis de salud que enfrenta la Familia Real británica, esta decisión ha desatado una tormenta mediática sin precedentes. La salud del rey Carlos III ha sido motivo de preocupación en todo el Reino Unido. Tras someterse a una cirugía de próstata que reveló un diagnóstico de cáncer, el monarca ha tratado de mantener sus funciones reales, pero la sombra de la incertidumbre persiste. Como si esto fuera poco, Kate Middleton está batallando contra el cáncer, sometiéndose a quimioterapia preventiva y preparándose para una posible cirugía a finales de año.

Tensiones en la familia: la decisión de Meghan y sus consecuencias

En este contexto de preocupación y ansiedad, Meghan Markle ha decidido que sus hijos no viajarán al Reino Unido para estar junto a sus familiares paternos. Esta decisión ha creado una atmósfera de tensión en su matrimonio con el príncipe Harry, quien teme que sus hijos crezcan con resentimientos similares a los que él mismo experimentó tras la trágica muerte de su madre, Lady Di, y la fría respuesta de la Familia Real a esa pérdida. Esta postura también ha generado críticas feroces, acusándola de insensibilidad y de alejar a Archie y Lilibet de sus raíces y su familia paterna en un momento crítico.

Y es que, mientras el resto de la Familia Real enfrenta enfermedades graves, Meghan Markle parece estar disfrutando de su vida social en Estados Unidos. Las imágenes de la duquesa en eventos exclusivos y lujosas vacaciones contrastan fuertemente con las noticias sobre la salud de Carlos y Kate. Este contraste ha alimentado la narrativa de que Meghan está más interesada en su propio bienestar que en la unidad y la salud de su familia. La separación geográfica entre los Sussex y el resto de la familia Windsor, junto con la escasez de interacción directa entre Archie, Lilibet y sus primos George, Charlotte y Louis, empeora aún más la situación. Aunque Markle dice lamentar que sus hijos crezcan lejos de sus raíces británicas, su negativa a facilitar un reencuentro genera más preguntas que respuestas.

¿Divorcio en el horizonte?

La negativa de Meghan ha llevado a especulaciones sobre un posible divorcio. Según Omid Scobie, autor cercano a la pareja, Meghan nunca se sintió cómoda en el Reino Unido y ha amenazado con el divorcio si Harry decide regresar a su tierra natal. Scobie, conocido por sus libros "Finding Freedom" y "Endgame", afirma que Meghan “no quiere volver a poner un pie jamás en Inglaterra”. Es por esto que, desde su mudanza a Estados Unidos en 2020, Archie y Lilibet han visitado poco el Reino Unido y estuvieron ausentes en eventos importantes como la coronación de su abuelo. A medida que la relación de Meghan y Harry enfrenta desafíos, muchos se preguntan si Harry tomará la difícil decisión de regresar al Reino Unido con sus hijos, pero sin Meghan. ¿Será este el comienzo del fin para la pareja más polémica de la realeza moderna? Solo el tiempo lo dirá, pero las apuestas están en su contra.