En medio de una de las épocas más críticas para la Familia Real británica, Meghan Markle vuelve a ser el centro de atención con unas declaraciones que han levantado polémica. Según fuentes cercanas a la duquesa de Sussex, Meghan ha dejado claro que no pisará tierras británicas mientras Carlos III siga con vida. Estas palabras, que muchos interpretan como una afrenta directa, se suman a un historial de tensiones que han mantenido a la pareja de Sussex en el ojo del huracán mediático.

Para nadie es un secreto que el 2024 ha sido un año marcado por la adversidad para los Windsor. Tanto Carlos III como Kate Middleton han enfrentado duras batallas contra el cáncer, un diagnóstico que sacudió a la familia en enero. Sin embargo, esta difícil etapa no ha servido para unir a las partes en conflicto. Ni siquiera el estado de salud del monarca ha logrado romper la barrera que separa al príncipe Harry y Meghan Markle de su familia en Reino Unido.

La ruptura definitiva: la postura de Meghan ante la enfermedad de Carlos III

Lejos de ablandarse, Meghan Markle parece más decidida que nunca a mantener las distancias. Según allegados, la actriz de Suits habría expresado que solo consideraría regresar al Reino Unido tras el fallecimiento de Carlos III. Esta postura habría generado tensiones adicionales, ya que Harry, aunque limitado por la influencia de su esposa, busca reconectar con su padre y tender puentes antes de que sea demasiado tarde.

No obstante, las esperanzas del príncipe Harry podrían verse frustradas no solo por Meghan, sino también por la fría actitud de su hermano, el príncipe Guillermo. Una fuente cercana reveló que Guillermo, ya con miras a su futuro reinado, no contempla un espacio para Harry y Meghan dentro de la Familia Real. "La sensación es que permitir que Harry y Meghan vuelvan a la primera línea como miembros de alto rango de la corona es una mala decisión. Deberán resignarse de una vez por todas a estar al margen de la corona indefinidamente", aseguró la fuente al medio Express. Esta declaración refuerza la idea de que el distanciamiento no es solo emocional, sino también estratégico.

Navidades sin reconciliación: el veto a Harry y Meghan

Las próximas fiestas navideñas tampoco serán el escenario de una reconciliación. Como ha ocurrido desde 2019, los duques de Sussex no participarán en las celebraciones de la Familia Real en Sandringham House. Incluso en los momentos más críticos, como el nacimiento de su hija Lilibet en 2021 o la delicada salud de los Windsor, las tensiones han prevalecido sobre cualquier gesto de acercamiento.

Este año, la situación parece haberse recrudecido aún más. Según el medio ‘The List’, la pareja no ha sido invitada a ningún acto oficial ni privado organizado por Carlos III. Este desaire público sería una confirmación del deteriorado estado de la relación entre Harry y su familia. Un amigo cercano al príncipe confesó a ‘People’ que las llamadas de Harry a su padre no son respondidas: “Ha intentado comunicarse con el rey para hablar sobre su salud, pero esas llamadas no reciben respuesta”.