Tras varios meses de rumores y especulaciones, finalmente Meghan Markle y el príncipe Harry han desalojado Frogmore Cottage, su residencia oficial en el Reino Unido, marcando así el cierre definitivo de un capítulo en sus vidas. Según se ha dado a conocer, los duques de Sussex han dejado atrás su residencia en Windsor, seis meses después de recibir la orden de desalojo. La mudanza fue un proceso meticuloso que involucró tres camiones repletos de pertenencias y recuerdos de su vida royal.
Frogmore Cottage queda vacía tras una mudanza de alto impacto
Frogmore Cottage, que en el pasado fue un refugio acogedor para la pareja, ahora queda vacío y se plantea la incógnita de su destino. Esta residencia, ubicada en los terrenos del Castillo de Windsor, ha sido testigo de intensas negociaciones y tensiones durante los últimos meses. Ahora, con la mudanza finalizada, surge la pregunta sobre qué sucederá con esta casa que fue objeto de una remodelación valorada en 2,4 millones de libras hace tan solo cuatro años. Aunque se ha mencionado la posibilidad de alquilarla, su destino aún está por definirse.
Las fuentes del Gobierno británico confirmaron la noticia, destacando que los duques de Sussex han entregado las llaves de Frogmore Cottage. "Podemos confirmar que el duque y la duquesa de Sussex han desalojado Frogmore Cottage. Es seguro afirmar además que, como se ha dicho anteriormente, el duque y la duquesa han pagado los gastos incurridos por la subvención en relación con la renovación de la propiedad, dejando así a la Corona con un activo muy mejorado", indicaron.
La mudanza de Meghan y Harry no ha sido un proceso común y corriente. Tres camiones de mudanzas fueron necesarios para transportar todas sus posesiones, dando lugar a un espectáculo digno de atención. La escena fue capturada por los paparazzi, quienes no dejaron pasar la oportunidad de inmortalizar el momento en el que la pareja dejaba atrás la casa que les otorgó Isabel II en 2018, justo después de su boda.
Sin hogar en el Reino Unido: los Sussex buscan un nuevo refugio
Más allá de la logística de la mudanza, esta decisión plantea interrogantes sobre el futuro de los Sussex. Con su residencia en el Reino Unido ahora en el pasado, ¿encontrarán un nuevo hogar en Londres? La incertidumbre rodea su situación, y es que, sin una residencia fija en el Reino Unido, es probable que dependan de hoteles o la generosidad de amigos durante sus visitas al país natal de Harry. Además, la mudanza de Frogmore Cottage también simboliza el distanciamiento cada vez mayor entre Harry y su familia. El príncipe ha mantenido una relación tensa con su padre, Carlos III, y su hermano, el príncipe Guillermo, desde que tomó la decisión de alejarse de la monarquía. Esta separación física refuerza la idea de que el príncipe Harry y Meghan Markle están totalmente decididos a construir una vida apartada de las tradiciones reales y a buscar su propia identidad. Eso sí, esta noticia no deja de ser un golpe duro para la pareja, sobre todo para Harry, quien ha expresado que extraña su hogar y su vida en Londres.