La relación entre Meghan Markle y la familia real británica ha sido, desde el principio, un tema de gran controversia debido a los conflictos presentes entre ambas partes. Los roces y desacuerdos entre la duquesa de Sussex y los miembros de la realeza, en particular con el rey Carlos III, han sido ampliamente documentados y discutidos en los medios de comunicación desde el comienzo. Sin embargo, este conflicto ha alcanzado un nuevo nivel con la reciente prohibición de Meghan Markle de que sus hijos, Archie y Lilibet, no visiten a su abuelo, el rey Carlos III, en el Reino Unido.

Meghan Markle ha sido explícita en su decisión de no permitir que Archie y Lilibet viajen al Reino Unido sin su compañía. Esta decisión ha sido interpretada como una clara manifestación de su deseo de mantener a sus hijos alejados de la familia del príncipe Harry y, en particular, de su abuelo, Carlos III de Inglaterra. La relación entre la ex actriz de Suits y el rey ha sido tensa desde siempre y este nuevo desarrollo solo ha intensificado las tensiones existentes.

El príncipe Harry, por su parte, se encuentra en una posición delicada. Como hijo del rey, entiende el deseo de su padre de conocer y pasar tiempo con sus nietos, sobre todo en estos momentos donde está enfermo. Sin embargo, el príncipe Harry también está comprometido con su esposa y esta ha sido clara. No importa que el rey Carlos III haya expresado su deseo de ver a Archie y Lilibet, Meghan Markle ha sido firme en su postura: o ella viaja con sus hijos o los niños no irán.

El rey Carlos III lo tiene difícil para ver a sus nietos de Estados Unidos

La negativa de Meghan Markle a permitir que sus hijos viajen solos al Reino Unido se puede entender debido al contexto de su relación tumultuosa con la familia real. Desde su matrimonio con el príncipe Harry, la ex actriz ha enfrentado problemas y controversias con la familia real y también con la prensa británica. Las acusaciones de racismo y la percepción de un trato injusto hacia ella y el príncipe Harry han llevado a un distanciamiento significativo de la pareja con respecto a la familia real.

Además, la decisión de la familia real de vetar a Meghan Markle del Reino Unido ha complicado aún más la situación. La prohibición de que la esposa del príncipe visite el Reino Unido ha sido vista por muchos como un intento de aislarla y castigarla por su comportamiento y sus declaraciones públicas después de irse a Estados Unidos. Este veto ha dejado en claro que Meghan Markle no es bienvenida en el Reino Unido y ha consolidado su decisión de mantener a sus hijos a su lado.

El rey Carlos III, mientras tanto, se encuentra en una situación difícil por sus problemas de salud, padeciendo de cáncer, aunque como abuelo quiere tener la oportunidad de pasar tiempo con sus nietos, pues hace mucho que no los ve. Sin embargo, Meghan Markle pone un muro difícil de derribar y al parecer Archie y Lilibet no irán a ver a su abuelo hasta que no permitan a la esposa del príncipe Harry ir con el resto de la familia.