La dinámica entre Meghan Markle y Kate Middleton ha sido objeto de atención mediática constante, especialmente en momentos críticos, como el reciente diagnóstico de cáncer de Kate. Este acontecimiento ha resaltado no solo la fortaleza de la princesa de Gales, sino también las complejidades de las relaciones dentro de la familia real británica. Mientras el pueblo británico se une en apoyo a Kate, la actitud de Meghan ha suscitado controversias y críticas, evidenciando las tensiones que han marcado su relación desde el principio.
Frialdad y desprecio: Meghan Markle en el ojo del huracán
Desde que se conoció la noticia del diagnóstico de Kate, la falta de comunicación por parte de Meghan ha sido notable. A pesar de la gravedad de la situación, la duquesa de Sussex optó por no hacer ningún gesto de apoyo hacia su cuñada, lo que ha sido interpretado como una falta de empatía. Fuentes cercanas a la realeza han confirmado que Meghan no realizó ningún contacto, ya sea a través de llamadas o mensajes, lo que ha intensificado las críticas hacia su carácter.
En contraste, el príncipe Harry ha mantenido un vínculo activo con Kate, comunicándose con ella para ofrecer su apoyo. Esta diferencia en las reacciones ha puesto de relieve la frialdad que ha caracterizado la relación entre Meghan y Kate. De hecho, aunque finalmente Meghan accedió a firmar un breve comunicado conjunto, el mensaje fue considerado por muchos como una mera formalidad, carente de la calidez esperada en una situación tan delicada. Este gesto ha contribuido a la percepción pública de una Familia Real dividida, en la que la unidad y los valores tradicionales parecen estar en crisis.
La resiliencia de Kate y el apoyo de Harry
A pesar de las dificultades, Kate Middleton ha demostrado una notable resiliencia. Durante sus recientes apariciones públicas, como en la final masculina del torneo de Wimbledon 2024 y el ‘Trooping the Colour’, recibió un cálido recibimiento del público, lo que contrasta con la falta de apoyo visible por parte de Meghan. Este apoyo popular resalta la admiración que la sociedad británica tiene hacia Kate, quien ha enfrentado su batalla con dignidad y fortaleza.
Por su parte, Harry ha continuado su comunicación con Kate, aunque se ha visto obligado a ser cauteloso debido a la desaprobación de Meghan. Según informes, Harry prefiere esperar a estar solo antes de llamar a Adelaide Cottage, la residencia de los príncipes de Gales, para evitar conflictos con su esposa. Esta situación refleja las tensiones subyacentes en el matrimonio de los Sussex y la compleja red de lealtades que Harry debe manejar.
A pesar de las diferencias y la distancia geográfica, parece que aún existe un lazo de apoyo entre Harry y Kate, lo que sugiere que los vínculos familiares no se han roto del todo. La relación entre Harry y Kate no siempre ha sido tan complicada. Anteriormente, disfrutaban de una cercanía que muchos describían como fraternal. Sin embargo, la llegada de Meghan Markle a la vida de Harry ha complicado esta relación, introduciendo tensiones que han afectado tanto su vínculo personal como la percepción pública de la Familia Real británica.