El cuento de hadas moderno que cautivó al mundo entero en 2018 parece haber llegado a su final. Meghan Markle y el príncipe Harry enfrentan ahora una crisis matrimonial sin precedentes, llena de demandas y disputas que ponen en peligro la estabilidad de su relación. Ahora, la duquesa de Sussex ha dejado en claro que no dará tregua en su lucha por conservar la custodia exclusiva de sus hijos, Archie y Lilibet en caso de divorcio, así como una exorbitante suma de 10 millones de dólares para continuar viviendo su lujosa vida de celebridad en Estados Unidos.
Hace algunos días, el quinto aniversario de bodas de Meghan y Harry pasó desapercibido, y esto encendió las alarmas sobre una posible ruptura en el matrimonio de los Sussex. Se dice que Meghan, una vez más, busca salvaguardar su propia reputación y consolidarse como una figura influyente en Hollywood, mientras que Harry ansía la privacidad y la calma en su vida. La ex actriz de hizo un último intento para convencer a su esposo de mantener su relación, pues no está dispuesta a perder la fama y el reconocimiento que ha obtenido tras su matrimonio con el hijo pequeño de Carlos III, pero él está decidido a seguir adelante con la separación.
Según el periodista y biógrafo real, Tom Bower, la pareja ha tomado medidas concretas hacia una separación definitiva. Los rumores de que viven vidas separadas se han intensificado en las últimas semanas y diversos medios británicos indican que las tensiones entre ellos han aumentado. De hecho, en un intento por escapar de los conflictos y la monotonía familiar, Harry ha optado por reservar una lujosa habitación en un hotel de Montecito, California, de forma indefinida.
Demandas y desafíos financieros en juego
Sin embargo, a pesar de que la dinámica familiar entre ellos parece insostenible, Meghan Markle no está dispuesta a ceder la custodia de sus hijos para que Harry se los lleve de regreso al Reino Unido. Determinada a mantener a sus pequeños consigo en Estados Unidos, Meghan obligará a Harry a desembolsar una enorme suma de dinero para cubrir todos los gastos de manutención. Además, debido a los múltiples negocios y contratos en conjunto, el duque de Sussex se verá forzado a llegar a un acuerdo económico millonario con Meghan, valorado en unos 10 millones de dólares, para poder obtener el divorcio. En caso de que no acceda a las demandas de su todavía esposa, Meghan no dudará en librar una feroz batalla legal con el objetivo de despojarlo de gran parte de su fortuna.
Ultimátum de Meghan Markle: ¿Familia real o vida en California?
Los sentimientos de añoranza de Harry por su hogar se han convertido en un elemento relevante en esta crisis conyugal. Según el medio British Royal Family News, poco antes de su separación, Meghan Markle habría dado un ultimátum a Harry, solicitándole que tomara una decisión entre la Familia Real y la vida que habían construido en conjunto en California, coincidiendo con el cumpleaños de su hijo Archie y la coronación de Carlos III. Ahora bien, la asistencia del príncipe Harry en la entronización de su padre pudo haber dejado en manifiesto la decisión que tomó ante esta difícil decisión.