Desde su salida de la familia real, Meghan Markle y el príncipe Harry han mantenido una postura independiente, alejados de las tradiciones monárquicas y enfocándose en sus propios proyectos mediáticos. Sin embargo, los crecientes problemas en su matrimonio han abierto un nuevo frente de disputa, en el que la actriz puede salir muy beneficiada.
Desde hace meses, los rumores sobre el posible divorcio de Meghan y Harry han cobrado cada vez más fuerza. La crisis matrimonial entre los duques de Sussex parece inminente, y los medios de comunicación no dejan de especular sobre los términos en los que se daría la separación.
Meghan Markle acordó una indemnización de 80 millones de euros
Sin embargo, lo que más ha llamado la atención es la presunta exigencia de Meghan: una cifra millonaria a cambio de su desaparición definitiva de la familia real. Una cantidad que la dejaría muy bien posicionada.

Según diversas fuentes, Meghan habría solicitado 80 millones de dólares al rey de Inglaterra para retirarse completamente de la esfera monárquica. Esta suma, que forma parte del acuerdo prenupcial firmado antes de su matrimonio con Harry, le garantizaría una holgada posición económica, además de permitirle mantener su título de duquesa y la custodia total de su hijo, Lilibet y Archie.
El rey Carlos III interviene
Ante la petición de Meghan, Carlos III ha dejado claro que no está dispuesto a ceder. Fuentes cercanas al monarca aseguran que se opondrá rotundamente a la entrega de dicha suma de dinero y que tampoco permitirá que su ex nuera se quede con la custodia exclusiva de sus nietos. Este conflicto podría derivar en una intensa batalla legal, en la que el rey contaría con el respaldo de los mejores abogados del Reino Unido, que ya ha ofrecido a sus hijos, para impedir que Meghan obtenga más de lo que considera justo.

La relación entre Carlos III y Meghan nunca ha sido cercana. Desde su llegada a la familia real, la ex actriz ha sido vista con recelo por parte del monarca, quien siempre ha mostrado su desconfianza respecto a sus verdaderas intenciones. Las tensiones han ido en aumento con el tiempo, especialmente después de que los duques de Sussex decidieran abandonar sus deberes reales en 2020 y emprender una nueva vida en Estados Unidos. Esta actitud desafiante ha sido considerada como una falta de respeto hacia la corona y ha provocado un profundo malestar en la familia real británica.