Tras varias semanas de rumores y especulaciones sobre una profunda crisis matrimonial entre Meghan Markle y el príncipe Harry, ahora se ha dado a conocer que, en caso de divorcio, la duquesa de Sussex exigiría la custodia exclusiva de sus dos hijos, Archie y Lilibet, y una exorbitante suma de dinero para seguir viviendo su vida de ensueño en Estados Unidos. La batalla legal entre la pareja se avecina, con Meghan decidida a no dar tregua para poder asegurar su independencia financiera.
El cuento de hadas moderno que comenzó con una idílica boda el 19 de mayo de 2018 en la capilla de San Jorge, dentro del Castillo de Windsor, ahora se encuentra al borde del abismo. El quinto aniversario de bodas de Meghan y Harry pasó totalmente desapercibido, lo que ha hecho saltar las alarmas sobre una posible ruptura en su relación, dado que los expertos en Casa Real los tabloides británicos no pueden contener su asombro ante la falta de celebración y gestos públicos por las ‘bodas de madera’ de los Sussex. Incluso ya se habla de un inminente divorcio.
Custodia y compensaciones millonarias: la batalla legal que se avecina
El periodista y biógrafo real Tom Bower revela que Meghan estaría cansada de Harry, y que la pareja ya estaría dando pasos firmes hacia la separación definitiva. Los rumores de que viven vidas separadas se han intensificado, y algunos informes sugieren tensiones crecientes entre ellos, por lo que Harry ha decidido reservar indefinidamente una habitación en un lujoso hotel en Montecito, California, para escapar de los conflictos con su mujer y de su rutina familiar.
Sin embargo, a pesar de que la convivencia entre ellos es cada vez más difícil, la ex actriz de ‘Suits’ no está dispuesta a ceder la custodia de sus hijos, Archie y Lilibet, para que Harry se los lleve al Reino Unido. Meghan está decidida a mantener a sus hijos con ella en Estados Unidos, por lo que obligará a Harry a pagar una enorme suma de dinero para cubrir su manutención. Además, debido a los numerosos negocios y contratos que tienen en conjunto, Harry deberá llegar a un acuerdo económico millonario con Meghan para poder obtener el divorcio. Si no accede a sus demandas, la duquesa de Sussex no dudará en emprender una feroz batalla legal para despojarlo de gran parte de su fortuna.
La nostalgia de Harry por su hogar: ¿un factor en la crisis matrimonial?
Si el divorcio de los Sussex se concreta, la situación de Harry con respecto a la realeza podría cambiar drásticamente, dado que su padre, el rey Carlos III, no dudará en recibirlo nuevamente en el Palacio. Eso sí, deberá comprometerse a seguir las normas de los Windsor y dejar atrás su vida de escándalos. Algo que Harry estaría dispuesto a aceptar, dado que echa de menos su hogar y siente nostalgia por todo lo que dejó atrás por seguir a Meghan. Por el momento, la relación entre Meghan Markle y el príncipe Harry está en la cuerda floja y todos los ojos están puestos sobre la resolución de este conflicto que promete ser uno de los divorcios más caros en la historia de la realeza británica.