La reciente batalla de Kate Middleton contra el cáncer ha puesto de manifiesto no solo la fortaleza de la princesa de Gales, sino también las complejas dinámicas dentro de la Familia Real británica. Mientras la nación se une en apoyo a Kate, la actitud de Meghan Markle ha generado controversia y críticas, profundizando las tensiones existentes en la monarquía. Desde que se hizo público el diagnóstico de Kate Middleton, el silencio de Meghan Markle ha sido ensordecedor.
A pesar de la gravedad de la situación, la duquesa de Sussex no ha realizado ningún gesto significativo de apoyo hacia su cuñada. De hecho, según fuentes cercanas a la realeza, Meghan se negó rotundamente a contactar a Kate cuando se conoció su diagnóstico. No hubo llamadas personales ni mensajes de aliento, lo que ha sido interpretado como una muestra de frialdad y falta de empatía. Esta postura contrasta notablemente con la del príncipe Harry, quien, a pesar de las tensiones existentes, sí se comunicó con su cuñada para expresarle su apoyo.
La frialdad de Meghan Markle: un comunicado que deja mucho que desear
Ante la presión mediática y la insistencia de Harry, Meghan finalmente accedió a firmar un breve comunicado conjunto. El mensaje, considerado por muchos como una mera formalidad, expresaba: "Deseamos salud y curación para Kate y la familia, y esperamos que puedan hacerlo en privado y en paz". Sin embargo, este gesto ha sido percibido como insuficiente y carente de la calidez que se esperaría en una situación tan delicada.
La actitud distante de Meghan no solo ha afectado su relación personal con Kate, sino que también ha tenido repercusiones más amplias en la percepción pública de la Familia Real británica. Esta situación ha reavivado debates sobre la unidad y los valores que la monarquía pretende representar. El contraste entre la calidez del pueblo británico hacia Kate y la frialdad de Meghan ha sido notable. Mientras la princesa de Gales recibía ovaciones de pie en sus recientes apariciones públicas en la final masculina del torneo de Wimbledon 2024 y durante el ‘Trooping the Colour’, la ausencia de apoyo por parte de la duquesa de Sussex se hacía cada vez más evidente.
¿Un intento de protagonismo fallido?
Curiosamente, mientras Kate Middleton hacía su esperada reaparición pública el pasado mes de junio, surgieron informes sobre actividades promocionales de la marca personal de Meghan, "American Riviera Orchard". Estos movimientos fueron interpretados por muchos como un intento de capitalizar la atención mediática centrada en la Familia Real, lo que generó aún más críticas hacia la duquesa de Sussex.
Esta aparente búsqueda de protagonismo en un momento tan delicado para la familia ha sido duramente cuestionada, alimentando la percepción de que Meghan prioriza sus intereses personales sobre la unidad familiar. La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones dentro de la Familia Real británica. Mientras el príncipe Harry ha mostrado signos de querer tender puentes, la actitud de Meghan Markle parece obstaculizar cualquier intento de reconciliación.