El príncipe Harry y Meghan Markle están atravesando una complicada situación financiera, la cual está impactando negativamente en su vida matrimonial. Los proyectos cancelados y los ingresos en disminución han generado una crisis económica en la mediática pareja, llevándolos a poner en venta su lujosa mansión en Montecito por doce millones de euros. La prensa señala que la venta se habría precipitado debido a una pelea vecinal ocasionada por la falta de privacidad que los duques de Sussex generan al salir de forma concertada con los paparazzi. Todo esto ha contribuido a aumentar la tensión en la relación entre ellos.
A la difícil situación financiera se le suma el deseo de Meghan Markle de regresar a su antigua profesión como actriz. La ex estrella de la exitosa serie “Suits” ha estado considerando retomar su carrera, una opción que había dejado atrás al ingresar a la Familia Real británica. La búsqueda de un nuevo lugar de residencia, más adecuado para reactivar su carrera, también ha añadido más presión a la relación.
La demanda millonaria y la lucha por la custodia
Debido a todos estos problemas financieros, los rumores sobre un posible divorcio se han vuelto más fuerte en las últimas semanas. De hecho, las últimas noticias revelan que Meghan Markle ha elevado drásticamente sus exigencias económicas para firmar el divorcio. Inicialmente, la duquesa de Sussex habría pedido 80 millones de dólares para poder mantener su lujoso estilo de vida en California. Sin embargo, según fuentes cercanas a la ex actriz, esa cifra se ha incrementado en los últimos días a una asombrosa cifra de 100 millones de dólares, ya que Meghan insiste en que la Corona británica debe compensarla económicamente por el daño causado a su imagen como actriz durante su paso su breve paso por la monarquía.
Este cambio en las exigencias ha puesto a Harry entre la espada y la pared, ya que ahora se enfrenta a una cifra considerablemente más alta para que Meghan acceda a firmar el divorcio. La situación ha llevado a una tensa negociación entre los abogados de Harry y Meghan, dado que la duquesa de Sussex se mantiene firme en su decisión de no conceder la custodia de sus dos hijos a Harry. Los problemas financieros y la demanda millonaria parecen haber puesto a la pareja en un punto de quiebre.
Un giro inesperado en el Palacio
Por otro lado, el príncipe Harry ha buscado apoyo en su padre, el rey Carlos III, quien, según se informa, le habría permitido recuperar sus privilegios reales tras su ruptura con Meghan. Además, el monarca está respaldando la lucha de Harry por obtener la custodia completa de sus hijos, dado que él quiere que sus nietos sean criados bajo las estrictas normas del Palacio y estén preparados para desempeñar sus funciones reales como miembros activos de ‘La Firma’ en el futuro
Mientras el misterio en torno a la separación de la pareja sigue sin confirmarse oficialmente, un sorprendente movimiento de Buckingham Palace ha despertado aún más especulaciones. Recientemente, se reveló que la partida de nacimiento del hijo mayor de los Sussex, Archie, fue modificada para eliminar el nombre de Meghan Markle del registro. Ahora se le identifica como "Su Alteza Real, la Duquesa de Sussex", a pesar de que ni Meghan ni Harry habrían solicitado este cambio.