La llegada de Meghan Markle y Letizia Ortiz a sus respectivas familias reales ha sido objeto de gran atención mediática y comparaciones inevitables. Ambas mujeres, provenientes de orígenes plebeyos y con carreras establecidas antes de sus matrimonios, han enfrentado desafíos similares al integrarse en la monarquía. Sin embargo, sus trayectorias y la percepción pública de cada una han tomado rumbos notablemente diferentes.
Tanto Meghan como Letizia comparten un pasado como mujeres trabajadoras de clase media, con experiencia en los medios de comunicación. Meghan como actriz en Hollywood y Letizia como periodista y presentadora de noticias en España. Ambas llegaron a la realeza como mujeres divorciadas, enfrentando críticas iniciales por su falta de "sangre azul" y experiencia en protocolos reales.
Diferencias en la adaptación y trayectoria de Letizia y Meghan en la escena royal
A pesar de estos paralelismos, la adaptación de cada una a su nuevo rol ha sido marcadamente distinta. Letizia, tras un periodo de ajuste, ha logrado establecerse como una figura respetada en la monarquía española, desempeñando sus funciones con profesionalismo y ganándose el reconocimiento por su labor. En contraste, la experiencia de Meghan en la Familia Real británica ha sido más turbulenta, culminando en la decisión de ella y del príncipe Harry de alejarse de sus roles oficiales al mudarse a Estados Unidos en 2020.
Tensiones y desencuentros: una relación distante
Sin embargo, aunque comparten similitudes, las interacciones entre Meghan y Letizia en eventos reales han sido algo incómodas, marcadas por una aparente falta de química. Fuentes cercanas a la realeza sugieren que hubo ciertos desencuentros entre ambas, atribuidos en parte a la actitud de Meghan, percibida por algunos como altiva o "de diva". Esta conducta habría chocado con la perspectiva de Letizia, quien, a pesar de su posición como reina, se considera en esencia una igual a Meghan en términos de sus orígenes no aristocráticos.
La diferencia en sus enfoques y adaptación a la vida real parece haber creado una brecha entre ambas mujeres. Mientras Letizia ha optado por enfocarse en sus responsabilidades reales a pesar de los escándalos que han afectado a la Casa Real en los últimos años, Meghan ha mantenido una presencia más controvertida en los medios, especialmente tras su salida de la Familia Real británica, concediendo entrevistas incendiarias en las que ha criticado a la familia de su esposo, acusándolos de racismo y de controlar la narrativa en el Reino Unido a través de su influencia.
Así que, aunque Meghan Markle y Letizia Ortiz comparten orígenes similares y enfrentaron desafíos parecidos al ingresar a la realeza, sus caminos han divergido significativamente. La adaptación de Letizia a su rol como reina de España contrasta con la trayectoria más polémica de Meghan, reflejando las complejidades y presiones únicas que cada una ha enfrentado en sus respectivas posiciones. Esta disparidad no solo ha moldeado sus carreras individuales dentro de la realeza, sino que también parece haber influido en la relación distante entre ambas, marcada por encuentros poco cordiales y una aparente falta de entendimiento mutuo.